ANÁLISIS - La IA llega a Wimbledon: ¿Qué esperar de la tecnología avanzada?

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sábado, 12 octubre 2024 en 20:00
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El mundo avanza y las personas no tenemos más remedio que adaptarnos. En los últimos tiempos se ha hablado mucho de la llegada de la inteligencia artificial, algo que ha cambiado, está cambiando y va a cambiar para siempre la perspectiva de la vida y de muchos trabajos. Ya hay una multitud que la utiliza y el deporte no se queda atrás. Wimbledon ya informó que va a reemplazar a los jueces de línea humanos por la tecnología.
Esta decisión marca la primera vez en los 147 años de historia de Wimbledon que los árbitros no supervisarán las decisiones de línea, lo que supone un paso valiente del torneo hacia el futuro del arbitraje deportivo. ¿Qué significa esto para Wimbledon, una competición tan asociada a la clase y la tradición, y por qué es necesario este cambio?

La relación de Wimbledon con la innovación 

Aunque este cambio pueda parecer innovador, Wimbledon lleva mucho tiempo incorporando innovaciones al tiempo que preserva cuidadosamente su herencia. El campeonato introdujo por primera vez el sistema de impugnación del ojo de halcón en 2007, que permite a los jugadores impugnar las decisiones más polémicas.
Y Wimbledon no es el único Grand Slam que ha invertido mucho en innovación. Más recientemente, en 2020, cuando la pandemia del COVID-19 obligó a los deportes a adaptarse, el US Open introdujo el ojo de halcón instantáneo en la mayoría de sus pistas. El sistema se consideró muy eficaz, ya que reducía los errores humanos que pueden dar lugar a decisiones controvertidas.
Wimbledon, a menudo considerado un torneo tradicionalista, ha tardado en adoptar plenamente la IA y los avances tecnológicos, y se ha quedado rezagado respecto a los demás Grand Slams a la hora de acoger nuevas funciones. Pero con la creciente presión para modernizarse y competir con el panorama deportivo en constante evolución, la decisión del All England Club de integrar ELC es un avance importante.

El papel de la tecnología en el tenis 

La integración de la IA en el tenis comenzó con el sistema Ojo de Halcón, la tecnología de seguimiento de pelotas que utiliza múltiples cámaras situadas alrededor de la pista para determinar la trayectoria exacta de la pelota. Aunque en un principio se introdujo como apoyo a los jueces humanos, el Ojo de Halcón ha ido ganando importancia gracias a su precisión. La tecnología se convirtió en una característica crucial de torneos como el US Open y el Open de Australia, que eliminaron por completo a los jueces de línea humanos en 2021. Las reacciones de los jugadores a esta transición han sido diversas: algunos, como Novak Djokovic, apoyan el cambio, mientras que otros, como Mats Wilander, sostienen que el tenis está perdiendo su toque humano y su "intriga" en el proceso.
En el centro de este cambio tecnológico está el objetivo de reducir los errores humanos en un deporte en el que un solo fallo puede cambiar el resultado de un partido. El sistema ojo de halcón tiene un índice de precisión impresionante, ya que sólo cometió 14 errores de 225.000 llamadas en el US Open de 2020. Esta precisión ha ayudado a jugadores, aficionados y organizadores de torneos por igual a apreciar el valor del sistema y a aceptar el cambiante panorama de la reglamentación en el deporte profesional.
El anuncio de la línea AI en Wimbledon se produce pocas semanas después de que el All England Club aprobara su polémico plan de ampliación, ya que los planes de construir 39 nuevas pistas de tenis en zonas verdes han suscitado preocupación medioambiental entre las comunidades locales. La ampliación de Wimbledon pretende elevar el torneo para mantener su estatus como uno de los principales eventos del Grand Slam, garantizando que siga atrayendo a los mejores talentos y la atención mundial. La integración de la IA y la eliminación de los jueces de línea humanos forman parte de esta estrategia de modernización más amplia.
Sin embargo, el cambio a la IA en Wimbledon plantea dudas sobre la pérdida de puestos de trabajo, ya que más de 300 jueces de línea serán sustituidos por la tecnología. El impacto se extiende más allá de la pista de tenis, ya que el arbitraje en línea ha ofrecido tradicionalmente oportunidades para participar en el deporte al más alto nivel. Algunos críticos, como Tim Henman, miembro del comité de Wimbledon, expresan su preocupación por la disminución del elemento humano en el tenis. Señala que la interacción entre los jugadores y los jueces de línea, y la tensión del sistema de impugnación, añadían una capa adicional impredecible y a menudo entretenida a los partidos.
Otros argumentan que la IA ofrece una mayor eficiencia y equidad, especialmente en una época en la que los jugadores sacan a velocidades superiores a 120 mph, lo que hace casi imposible que el ojo humano evalúe con precisión las llamadas a línea. Al confiar únicamente en la tecnología, Wimbledon podrá eliminar la posibilidad del error humano y garantizar que los partidos se decidan por el rendimiento de los jugadores, no por errores arbitrales.

El impacto de la IA en el deporte 

Wimbledon no es, por supuesto, el único deporte que recurre a la IA para mejorar la precisión y la imparcialidad. En las Major League Baseball se han probado árbitros robóticos para señalar bolas y strikes, mientras que en la NBA se han generalizado los sistemas de repetición instantánea para revisar las jugadas polémicas. Estos avances forman parte de una tendencia más amplia hacia la precisión, la imparcialidad y la transparencia en el arbitraje deportivo. Al igual que en el tenis, estas tecnologías han suscitado debates sobre el equilibrio entre la eficacia tecnológica y el elemento humano.
En el béisbol, por ejemplo, los tradicionalistas sostienen que la variabilidad de los árbitros humanos forma parte del encanto del juego, mientras que los defensores de la IA sugieren que la precisión es más importante para determinar el resultado de los partidos de alto riesgo. Del mismo modo, en el fútbol, la tecnología de la línea de gol y el VAR se han convertido en una parte infame del juego. El VAR ha recibido algunos aplausos, pero también muchas críticas, ya que parece que cada fin de semana hay una nueva decisión polémica del VAR que domina los titulares.
La introducción de la IA en Wimbledon refleja una necesidad más amplia de cambio en el deporte y la sociedad. A medida que el mundo se vuelve más dependiente de la tecnología para resolver problemas, desde el cambio climático a la escasez de mano de obra, el deporte no es diferente. La IA ofrece una solución a los crecientes retos de equidad, rapidez y precisión en el arbitraje.
Además, Wimbledon se enfrenta a la creciente competencia de otros grandes torneos de tenis, todos los cuales están invirtiendo mucho en tecnología para mejorar la experiencia de los espectadores y garantizar el máximo nivel de juego. En una época en la que la precisión importa más que nunca, la adopción de la IA por parte de Wimbledon es esencial para seguir a la vanguardia del tenis.
La medida también refleja un cambio generacional en la forma de consumir los deportes. El público más joven está más acostumbrado a las experiencias mejoradas por la tecnología, desde las repeticiones instantáneas a los análisis basados en datos. La introducción de la ELC es natural para un público conocedor de la tecnología que espera que el juego sea justo y preciso.
Mientras Wimbledon se prepara para su torneo de 2025 el próximo verano, se adentrará en un territorio desconocido al confiar exclusivamente en la IA para oficiar los partidos. Este cambio marca el comienzo de una nueva era, en la que la tradición se une a la innovación y el tenis evoluciona para seguir el ritmo de las exigencias del deporte moderno. La rica historia de Wimbledon, caracterizada por su capacidad para combinar la tradición con el progreso, garantiza que seguirá siendo uno de los eventos más venerados del deporte, incluso cuando adopte la tecnología.
Aunque la pérdida de los jueces de línea puede parecer el final de una era, también es el comienzo de un nuevo capítulo para Wimbledon, en el que la atención se centrará en mejorar la calidad del juego y en garantizar que el torneo de tenis más prestigioso del mundo siga prosperando en el siglo XXI. A medida que evolucione el tenis, Wimbledon será un símbolo de cómo la tradición puede coexistir con los avances tecnológicos, impulsando el deporte hacia un futuro más preciso y justo.