Tras dar marcha atrás en la prohibición de los atletas rusos y bielorrusos,
Wimbledon decidió donar 500.000 libras a los esfuerzos de ayuda a Ucrania.
El año pasado, el evento tomó una decisión audaz al prohibir la entrada de jugadores de Rusia y Bielorrusia debido a la guerra en Ucrania. El gobierno británico recomendó la medida, que finalmente fue seguida por la LTA, pero creó muchos problemas a la organización y a los eventos. La ATP y la WTA les impusieron fuertes multas y les retiraron los puntos, aunque esto no afectó al evento, ya que la mayoría de los jugadores no lo boicotearon a pesar de la falta de puntos.
Este año, sin embargo, dieron un giro de 180 grados y permitieron competir a esos jugadores, lo que fue bien acogido abiertamente por algunos, mientras que otros, sobre todo del lado ucraniano, se manifestaron en contra. El evento en sí estaba amenazado con más multas y no tenía mucho sentido continuar con ello, ya que no contaban con el apoyo de muchos en ese sentido.
Tras dar marcha atrás, Wimbledon decidió donar 500.000 libras a las labores de socorro en el país, según anunció el presidente de la AELTC, Ian Hewitt: "Ha sido una decisión difícil y desafiante, que se ha tomado con el pleno apoyo de nuestro Gobierno del Reino Unido y de los organismos internacionales interesados en el tenis, pero no disminuye en absoluto nuestra condena total de la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia. Nos complace compartir que, en colaboración con la LTA, donaremos a la ayuda a Ucrania una libra por cada poseedor de entradas en los campeonatos de este año, lo que supondrá una contribución de más de medio millón de libras. Colaboraremos de nuevo con los Ayuntamientos de Merton y Wandsworth y con la Cruz Roja Británica para invitar a 1.000 refugiados ucranianos a pasar un día en Wimbledon, con entradas, comida, bebida y transporte incluidos".