(VÍDEO) La polémica celebración de un chico de 17 años al ganar su primer partido ATP tras el abandono de Denis Shapovalov

El domingo, en las pistas del BMW Munich Open, el tenis fue testigo de un momento histórico y profundamente simbólico: un joven nacido en 2008, Diego Dedura-Palomero, ganó su primer partido en el ATP Tour. Lo hizo como lucky loser, tras la retirada de Gaël Monfils, y ante un rival de peso como Denis Shapovalov. Pero más allá del resultado, fue su celebración la que dividió al mundo del tenis.

Con tan solo 17 años, Dedura-Palomero se convirtió en el primer jugador nacido a partir de 2008 en conseguir una victoria en el circuito ATP. Lo logró tras un partido que tuvo de todo: tensión, talento, y un desenlace inesperado.

El joven alemán había tomado ventaja con un primer set ganado en el tiebreak (7-6(2)) y un 3-0 en el segundo, cuando Shapovalov, visiblemente afectado físicamente, se vio obligado a abandonar. Entonces, ocurrió lo impensado: Dedura-Palomero gritó con fuerza, cayó de espaldas sobre la arcilla y celebró con toda la emoción contenida de quien sabe que acaba de escribir su nombre en la historia... aunque no todos lo vieron así.

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La imagen de Dedura-Palomero celebrando con euforia mientras su rival se retiraba lesionado provocó reacciones encontradas en redes sociales. Algunos aplaudieron la emoción genuina de un adolescente que ha trabajado toda su vida para vivir ese instante. Otros, en cambio, consideraron inapropiado celebrar de ese modo una victoria tras la retirada de un oponente.

Pero en sus propias palabras, el joven alemán dejó claro que no hubo arrogancia, sino gratitud y emoción: “Ahora mismo no puedo expresarlo con palabras. Estoy muy feliz. He estado luchando todos estos años… Me dije a mí mismo: ‘Diviértete, déjate llevar por el público y juega tu mejor tenis’”.

El viaje de Dedura-Palomero hasta ese momento fue cualquier cosa menos lineal. Recibió una wild card para la fase previa, donde logró una impresionante victoria sobre Mackenzie McDonald, top 100 del mundo. Luego cayó ante Alexander Bublik. Y cuando parecía que su aventura terminaba, la retirada de Monfils le abrió una inesperada segunda oportunidad. “Estuve esperando todo el día del lunes. Y entonces, Monfils se retiró. Me abrazó y fue muy amable. Entré y solo quise disfrutar”.

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