Desde que salió de la cárcel,
Boris Becker se ha convertido en una de las personas más solicitadas para conceder entrevistas, pero un periodista descubrió que eso también le costaba dinero durante una visita a Múnich.
Alec MacGillis, que entrevistaba a Becker para el Financial Times, se quedó de piedra cuando vio la ridícula factura del agua, que le dolió un poco.
El restaurante cobró 23,80 euros por dos botellas de agua más de una comida, y el periodista bromeó pero también recibió buenas respuestas.
"Así es como llaman a la cerveza en Múnich", dijo un usuario, mientras que otro cuestionó si era agua bendita o tenía pequeñas piezas de oro flotando en ella, a lo que el restaurante, según tz.de, respondió que no era un error de cálculo y que era el precio real.