Hace unos meses, salió a la luz que Jannik Sinner había dado positivo dos veces por Clostebol en marzo de 2024. El número 1 del mundo sigue jugando por el momento, habiendo ganado dos títulos de Grand Slam desde entonces, el US Open y el Open de Australia. En un principio, fue absuelto por la ITIA (Integridad del Tenis).
Sin embargo, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) anunció un mes después que recurriría, solicitando una sanción para el italiano. En consecuencia, Sinner se enfrentará ahora a la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), un tribunal independiente que se pronunciará entre el 16 y el 17 de abril.
Por ahora, Sinner sigue activo en el ATP Tour sin restricciones. Comenzó la temporada ganando su tercer gran título en el Abierto de Australia tras derrotar a Alexander Zverev en la final. Se retiró del ABN AMRO Open de Rotterdam de esta semana, pero está previsto que compita en el Qatar Open la próxima semana, seguido de Indian Wells y el Miami Open en marzo.
En abril, el último torneo que Sinner podría jugar sin problemas sería Montecarlo. Si recibe una suspensión, podría entrar en vigor a partir de la semana del Open de Madrid.
En vísperas de la audiencia de Sinner ante el TAS, Angelo Cascella, antiguo juez y abogado del TAS, habló con el medio italiano L'identità sobre la situación. "Está claro que se encontró una sustancia prohibida en el cuerpo del atleta. No hay duda sobre la buena fe de Sinner. Sin embargo, la AMA solicita una suspensión de uno a dos años por negligencia, ya que el atleta también es responsable de las acciones de su equipo."
"El hecho de que la cantidad de dopaje no mejorara el rendimiento de Sinner no importa en términos de descalificación. Si un esteroide anabolizante está prohibido y se encuentra en el organismo de un atleta, se trata de una constatación objetiva, y podría ser sancionado", añadió el experto en derecho deportivo.
"A menos que se den circunstancias como las del ex jugador del Atalanta José Luis Palomino: se contaminó al acariciar a su perro, que había sido llevado a una perrera y tratado sin saberlo con una pomada que contenía sustancias prohibidas", explicó Cascella. "En el caso de Sinner, sin embargo, fue su propio personal el que lo contaminó, y podría ser considerado responsable de ello".