Stefanos Tsitsipas ha hablado sobre su relación de trabajo con su padre y entrenador Apostolos, afirmando que sigue siendo el entrenador adecuado para él a pesar de algunas tensiones.

Tsitsipas, número 5 del mundo, ha sido entrenado principalmente por su padre desde que tenía doce años, y en ese tiempo han pasado por muchos altibajos juntos. Apostolos ha visto a su hijo alcanzar cotas increíbles, como llegar a la final de Roland Garros 2021 y del Open de Australia 2023.

Sin embargo, la relación profesional de la pareja no siempre ha sido un camino de rosas. En el pasado, no se han llevado bien en la pista, sobre todo en 2020, cuando Tsitsipas golpeó accidentalmente a su padre con su raqueta durante un arrebato en la ATP Cup.

La tensión entre padre e hijo ha llegado en ocasiones a tal punto que los aficionados han instado a Tsitsipas a tener una mayor variedad de voces en su palco de jugador durante los partidos. Aunque cuando el jugador griego invitó a su madre Julia Apostoli a sentarse con su equipo, las cosas siguieron siendo difíciles.

En última instancia, el joven de 24 años pidió que su madre fuera retirada del palco de jugadores después de que las cosas se pusieran demasiado conflictivas.

A pesar de los enfados que se ven a veces en la pista, Tsitsipas insiste en que la dinámica de trabajo que tiene con su padre es productiva. En su intervención en Los Cabos Open, donde es cabeza de serie número 1, habló de cómo sus diferentes perspectivas no son un obstáculo para que trabajen bien juntos,

"Cuanto más envejezco, más retos me supone entrenar con mi padre. Es la persona adecuada para mí (para entrenarme). Tenemos puntos de vista diferentes, pero él me da perspectivas distintas. A veces es estresante", dijo.

Esta declaración llega tras el reciente anuncio de que Tsitsipas vuelve a contratar a su antiguo entrenador, Mark Philippoussis, para que trabaje junto a Apostolos, con la esperanza de crear un entorno más sano y menos estresante.