Italia es la campeona de la
Copa Davis. Tras la victoria de Matteo Berrettini sobre Pablo Carreno Busta en dos sets,
Flavio Cobolli remató la faena en un duro choque ante
Jaume Munar. Remontó un set en contra para imponerse 1-6, 7-6(5), 7-5.
Es la primera vez desde 1972 que un país se impone en el torneo tres veces seguidas. Italia dominó toda la semana, sin necesidad de recurrir a su pareja de dobles, Simone Bolelli y Andrea Vavassori. Llegaron al evento sin sus dos mejores jugadores, Jannik Sinner y Lorenzo Musetti. No importó: Berrettini y Cobolli brillaron ante su público en Bolonia. Berrettini no cedió un set en toda la semana y mantuvo la racha frente a Carreno Busta. La presión recayó entonces en los hombros del joven Cobolli, de 23 años, para llevar a Italia a la gloria, y mantuvo la calma en los compases finales para completar un trío histórico para su país ante una afición local eufórica.
Cobolli impulsa a Italia al éxito en la Copa Davis
Pese a estar 22 puestos por debajo de su rival italiano, Munar fue absolutamente dominante en el inicio del partido. Solo concedió tres puntos en los cuatro primeros juegos, en los que quebró dos veces el saque de Cobolli. En el siguiente juego, Cobolli desperdició cinco oportunidades para recuperar uno de los breaks, pero no concretó ninguna. Finalmente estrenó su casillero, pero nada pudo hacer para evitar que un desatado Munar cerrara en blanco y se adjudicara el primer set. Jugaba un tenis fantástico, abrazando el espíritu de la Copa Davis mientras trataba de mantener a su país en la final.
A comienzos del segundo set, el juego se detuvo tras indisponerse un aficionado en la grada. Hubo revuelo entre el público mientras Cobolli buscaba meterse de nuevo en el partido. Los jugadores regresaron a sus asientos durante unos 10 minutos hasta que se resolvió la situación.
Al reanudarse, Cobolli logró el break de inmediato, y una serie de turnos de servicio sostenidos desembocó en puntos muy tensos. Con 6-5 arriba, el italiano dispuso de cuatro pelotas de set. Sin embargo, el gran servicio de Munar, sólido en los momentos clave, le mantuvo con vida y forzó el tiebreak. Aun así, no lamentaría las opciones perdidas del juego anterior porque, para deleite de la parcial afición local, se llevó el desempate y quedó a un set de otro título de Copa Davis para Italia.
El último parcial fue de alto voltaje, con tanto en juego. Ambos mantuvieron la calma en el arranque, intercambiando servicios con gran solvencia. La tónica se mantuvo hasta el 5-5, cuando Cobolli encontró el golpe oportuno para despegarse de Munar. Se generó dos bolas de break y aprovechó la segunda para situarse a un juego del triunfo. Luego cerró en blanco para asegurar otra corona de la Copa Davis para su país.
Los jugadores saltaron a pista para celebrar con Cobolli, que permanecía incrédulo mientras asimilaba lo logrado por él y su equipo. Mientras la grada estallaba en cánticos, los italianos festejaron otro título más. Decepción para España, que a su vez no contó con Carlos Alcaraz. Era su primera final desde 2019, pero, a diferencia de Madrid, se marchan con las manos vacías.