Toni Nadal explica por qué no le cobró las clases de tenis a su sobrino Rafa: "Sabía que así..."

ATP
viernes, 28 marzo 2025 en 8:42
Toni Nadal 2

Toni Nadal, tío del ex número uno del mundo Rafael Nadal, ha explicado la razón por la que nunca cobró a su sobrino por las clases de tenis. El hombre de 38 años es considerado uno de los mejores jugadores de la historia del tenis masculino en la categoría individual, con un impresionante palmarés de 22 títulos de Grand Slam. El español se retiró del deporte profesional el año pasado tras su participación en la Copa Davis.

Durante gran parte de su carrera, Nadal fue entrenado por su tío Toni, quien fue la persona que lo introdujo en el deporte desde muy joven. Recientemente, Toni Nadal fue entrevistado por el medio inglés Daily Express, donde explicó por qué nunca le pidió dinero a su sobrino por las clases de tenis.

"Porque no quería cobrar por ello", explicó Toni. "Sabía que así todo sería más fácil; podría decirle lo que creía que debía decirle. Bueno... habría tenido que tener más cuidado a la hora de decir lo que quería decir porque, en última instancia, el que paga lo hace para oír lo que quiere oír."

Rafael Nadal es conocido como el "Rey de la tierra batida" gracias a su dominio en el Abierto de Francia, donde ha conseguido 14 títulos, un récord histórico en la competición. En su autobiografía publicada en 2011, Nadal detalló cómo fueron los exigentes años de entrenamiento bajo la supervisión de su tío Toni.

"Toni fue duro conmigo desde el principio, más que con los otros niños", escribió Nadal. "Me exigía mucho, me presionaba mucho. Utilizaba un lenguaje duro, gritaba mucho, me asustaba, sobre todo cuando los otros chicos no aparecían y nos quedábamos solos. Si veía que iba a estar solo con él cuando llegaba al entrenamiento, me entraba un nudo en el estómago."

Nadal también relató que Toni recurría a tácticas intensas para captar su atención durante las sesiones de entrenamiento. "Mi amigo Miguel Ángel Munar me recuerda a veces cómo Toni, si veía que yo no tenía la cabeza en su sitio, me pegaba con el balón, no para hacerme daño, sino para asustarme y para que le prestara atención. También era siempre a mí a quien le tocaba recoger las pelotas, o más pelotas que a los demás, al final de la sesión de entrenamiento; y era a mí a quien le tocaba barrer las pistas cuando terminábamos la jornada. Quien esperara algún favoritismo se equivocaba."

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