Thiem, sobre jugar en Wimbledon: "Es más complicado, pero a la vez más divertido"

Dominic Thiem persigue su sueño de obtener más éxitos en los Grand Slam después de saborear la gloria en el US Open de 2020. Sin embargo, con Wimbledon como su próxima oportunidad para recrear esa sensación ganadora, el tenista austriaco sabe que deberá elevar su nivel de juego con respecto a sus anteriores participaciones en el All England Club.

Antes de su triunfo en Flushing Meadows, Thiem había alcanzado otras tres finales de Grand Slam, cayendo en dos ocasiones frente a Rafael Nadal en el Abierto de Francia en 2018 y 2019, y siendo derrotado por Novak Djokovic en la final del Abierto de Australia a principios de 2020. Estas experiencias en finales anteriores han contribuido a fortalecer la confianza de Thiem y a impulsarlo en su búsqueda de nuevos éxitos.

En el último episodio de "El Poder del Deporte", Thiem repasó los momentos clave de su carrera hasta la fecha y destacó la importancia del primer paso en su camino hacia las finales de Grand Slam. El tenista austriaco reconoce que alcanzar una final por primera vez le proporcionó la certeza de sus capacidades y le permitió conocer la sensación de estar en un Grand Slam durante mucho tiempo, lo cual le ha ayudado a llegar a finales en repetidas ocasiones.

El US Open de 2020 se disputó en un ambiente único debido a la pandemia de Covid-19, sin espectadores y con varios jugadores, incluyendo a Nadal y Gael Monfils, retirándose por cuestiones de seguridad relacionadas con el virus. Thiem considera que este torneo fue extraordinario en sí mismo y espera que una situación similar no se repita en mucho tiempo. Jugar constantemente a puerta cerrada fue una experiencia sin precedentes.

Thiem destaca la final del US Open de 2020 contra Alexander Zverev, en la que logró la victoria en el quinto set por 7-6, como el mejor momento de su carrera hasta ahora. Sin embargo, en los últimos dos años, el tenista ha enfrentado obstáculos debido a una lesión en la muñeca que requirió cirugía. Tras caer fuera de los 300 mejores del mundo el año pasado, Thiem ha estado luchando por recuperar su potencia y dinamismo que le llevaron a ser uno de los mejores tres jugadores del planeta.

Con respecto a Wimbledon, Thiem reconoce que es su peor Grand Slam en términos de resultados. Su mejor actuación en el torneo británico fue en 2017, cuando llegó a la cuarta ronda. El austriaco atribuye sus dificultades en Wimbledon a las diferencias en la superficie de hierba, donde el rebote de la pelota es menor y el saque adquiere una mayor importancia. A pesar de los desafíos, Thiem encuentra diversión en el juego sobre césped y está decidido a aprovechar al máximo la temporada breve de esta superficie.

A pesar de las dificultades que ha enfrentado en Wimbledon, Thiem se muestra decidido a cambiar su suerte en el torneo de este año. El austriaco reconoce la importancia y el prestigio que rodean a Wimbledon, y considera que es el sueño tanto de los jugadores como de los aficionados estar presentes en el torneo y disfrutar de los partidos.

Fuera de las canchas, Thiem muestra una gran pasión por el mundo que le rodea y se preocupa profundamente por el cambio climático. En su país natal, Austria, colabora en el Proyecto Bio Bienen Apfel, que busca proteger los hábitats de las abejas. Thiem destaca la importancia de las abejas como los principales polinizadores y reconoce que su existencia es crucial para la supervivencia de otras especies, incluyendo a los seres humanos. El proyecto tiene como objetivo ayudar a la población de abejas en declive, y Thiem insta a todos a unirse a esta causa y contribuir en la medida de sus posibilidades.

Dominic Thiem sigue persiguiendo su sueño de más éxitos en los Grand Slam, y Wimbledon se presenta como una nueva oportunidad para alcanzar la gloria. Con determinación y un nivel de juego elevado, el tenista austriaco espera cambiar su suerte en el torneo y dejar su huella en la historia del tenis. Al mismo tiempo, su compromiso con el medio ambiente demuestra que Thiem es más que un deportista, siendo un defensor de causas importantes que trascienden las canchas de tenis.