Stefanos Tsitsipas ha admitido que lo está pasando muy mal tras perder en la primera ronda del
US Open.
El número 11 del mundo se convirtió el martes en el más destacado en abandonar el megaevento al perder ante el australiano Thanasi Kokkinakis con un marcador de 7-6,4-6, 6-3, 7-5. Era la primera vez en dos años que Tsitsipas caía eliminado de un Grand Slam tan pronto.
Tras el partido, el griego admitió que ahora está muy cerca de lo que solía ser. La estrella nacida en Atenas también destacó la caída de intensidad en su propio juego y cree que su intensidad ha bajado este año y que puede sentirlo.
"No soy nada comparado con el jugador que era antes", dijo. "Me recuerdo jugando cuando era más joven, jugando con adrenalina en la pista, sintiendo como si mi vida dependiera del partido. Y estas cosas, siento que se han desvanecido, y digamos que mi nivel de consistencia no ha sido tan grande. Recuerdo que mi concentración solía ser máxima, en su punto álgido, y eso es algo que siento que ha disminuido un poco. Sé que suena extraño, pero siento que necesito el hambre para reproducir el hambre que tenía entonces. Y no soy una persona que se sienta bien o se conforme con cosas normales. Realmente no sé por qué ha bajado en los últimos meses. Incluso lo consideraría como uno o dos años que me he estado sintiendo así. Supongo que fui capaz de ocultarlo un poco mejor y dejarlo un poco más de lado".
Este año, de los cuatro Grand Slams, Tsitsipas no logró clasificarse para cuartos de final o más allá en tres de ellos. Su actuación más impresionante este año se produjo en Wimbledon, donde fue eliminado tras perder en cuartos de final ante el español Carlos Alcaraz en sets corridos con un marcador de 6-3, 7-6 y 6-4.