Stan Wawrinka forma parte de un grupo de jugadores que no parecen cejar en su empeño de continuar con su carrera profesional a pesar de las lesiones sufridas a lo largo de los años y su avanzada edad, de las numerosas operaciones y de no estar en la forma que tenían en la cima de su poderío.
Pero Wawrinka, antes de jugar esta semana en el Argentina Open de Buenos Aires, dijo que nada dura para siempre y que está agradecido por la oportunidad de continuar su carrera. El as suizo continuó diciendo que sigue disfrutando de la pasión del deporte y que incluso el esfuerzo de tener que mantener su cuerpo en condiciones para practicar este deporte sigue siendo emocionante. Añadió que no quiere arrepentirse de nada cuando cuelgue la raqueta.
"La pasión del deporte, sin duda. Me apasiona lo que hago. Es una gran oportunidad en la vida cuando encuentras tu pasión y puedes convertirla en tu trabajo. La emoción que siento por el tenis, la oportunidad de viajar por el mundo, el hecho de volver a Argentina y a Buenos Aires, la posibilidad de jugar ante muchos aficionados de todo el mundo... Disfruto de cada pequeño detalle de la vida tenística... incluso de los más difíciles... practicar mucho, ser disciplinado y sacrificar cosas", dijo Wawrinka antes de Buenos Aires.
"Sé que es parte del proceso y disfruto de esta vida, y también soy consciente de que no es para siempre, por eso quiero disfrutarla todo lo posible. Cuando era adolescente nunca creí que hubiera podido conseguir lo que he conseguido. Nunca pensé que seguiría jugando a los 38 o 39 años. Siempre viví el impulso y traté de esforzarme cada día para ser mejor tenista. Y quiero seguir mejorando y ver hasta dónde puedo llegar. Lo único que quiero es no arrepentirme de nada el día que deje de jugar. Por eso sigo".