El legendario tenista español
Rafael Nadal disfrutó de una carrera ilustre que se extendió durante dos décadas, aunque el ex número uno del mundo estuvo cerca de ver cómo todo se desvanecía incluso antes de comenzar.
Nadal se retiró oficialmente del tenis en la Copa Davis de 2024, poniendo fin a una trayectoria en la que conquistó 22 títulos individuales de Grand Slam. A sus 38 años, además de romper múltiples récords, cautivó a los aficionados con un estilo de juego único, caracterizado por su entrega inquebrantable y una defensa prácticamente impenetrable.
Un trastorno infantil pudo haber truncado su carrera
Durante su intervención en la Escuela del Deporte de la UAX Rafa Nadal en Madrid, el balear recordó uno de los episodios más difíciles de su carrera. En 2005, le diagnosticaron el síndrome de Müller-Weiss en el pie izquierdo, una enfermedad que provocó la fractura del escafoides. Varios médicos le advirtieron que no podría volver a jugar al tenis, y Nadal reflexionó sobre cómo habría cambiado su vida si hubiera seguido esos consejos.
“No había salida; varios médicos me dijeron que no volvería a jugar”, recordó Nadal. “Tenía 19 años... pero al final se encontró una solución. Desplazar el punto de apoyo con una plantilla de siete milímetros y un zapato especial funcionó... se arregló el pie, pero todo lo demás se resintió y desajustó el resto de mi cuerpo.”
Afortunadamente, el problema se resolvió, lo que permitió al joven español retomar su carrera. Así, Nadal se unió a leyendas como Roger Federer y Novak Djokovic como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, y culminó su trayectoria con 92 títulos individuales en el circuito ATP.