El No. 21 del mundo,
Francisco Cerúndolo, analizó cómo
Jannik Sinner ha evolucionado con el tiempo a lo largo de sus enfrentamientos, tras haber sumado dos victorias en seis cruces contra el italiano desde 2022.
El argentino de 27 años acumula 15 triunfos de su carrera ante top-10, incluido uno frente a un Sinner que acababa de irrumpir en el grupo de élite del ATP Tour. Cerundolo sigue mostrando gran regularidad en el circuito, cerrando por cuarto año consecutivo dentro del top 30 con un registro de 38-25, aunque este año no levantó ningún título.
Aun así, encadenó campañas sólidas en algunos de los torneos más importantes: semifinales en el Mutua Madrid Open, cuartos de final en Indian Wells y Miami, además de un balance de 18-8 en eventos Masters 1000.
El tres veces campeón ATP solo alcanzó una final durante 2025, en su casa sobre la arcilla del Argentina Open en febrero. Sin embargo, acabó cayendo ante la joven estrella Joao Fonseca, quien derrotó al favorito local en la final para conquistar el primer título de su carrera.
“No sabía qué hacer”: un testigo de primera mano de la evolución
Un jugador que puede hablar en primera persona sobre la evolución de Sinner es Cerundolo, que se ha medido varias veces al italiano a lo largo de los años. Su primer cruce en 2022 terminó rápidamente en los cuartos de final del Miami Open, cuando Sinner se retiró tras apenas cinco juegos con el sudamericano al frente 4-1.
Meses después llegó el duelo de Copa Davis, donde Sinner selló el triunfo en tres sets. Se enfrentaron una última vez ese año en Viena—de nuevo en pista dura bajo techo—con victoria del italiano en sets corridos. Sinner alcanzó el top 10 por primera vez en su carrera durante la temporada 2022, aunque terminó el año en el No. 15.
En 2023, Sinner ascendió al No. 4 al cierre de temporada, conquistó su primer título Masters 1000 en el Canadian Open y alcanzó su primera semifinal de Grand Slam en Wimbledon. Sumó un total de tres títulos y llegó a otras tres finales—incluidas las ATP Finals, donde cayó ante Novak Djokovic.
“En 2023, estaba como No. 5 o No. 6 del mundo y ahora, obviamente, es No. 1 o No. 2, así que es muy diferente”, comentó Cerundolo en una entrevista con Tennis 365, al referirse a sus primeros cruces contra el italiano. “No tenía debilidades, no tenía agujeros.”
Jannik Sinner en el Rome Open 2025
Durante ese año, Cerundolo sorprendió a Sinner en octavos de final del Rome Open, imponiéndose 6-7, 6-2, 6-2 sobre arcilla. Logró igualar el cara a cara contra Sinner, y pasarían dos años antes de volver a verse en pista. Fue nuevamente en Roma—el primer torneo del año para Sinner tras regresar de la suspensión—donde derrotó a Cerundolo en sets corridos.
“Lo enfrenté en Roma este año y fue ajustado”, comentó el No. 1 sudamericano durante su participación en el UTS Grand Final London. “Este fue su primer torneo cuando volvió después de su suspensión y tuve un poco más de tiempo para pensar en la pista e intentar crear algo.”
“Luego lo enfrenté en París bajo techo en pista dura y estaba imbatible. Yo estaba jugando bien, pero perdí el primer set 7-5 y luego fue 6-1. Honestamente, sentí que estaba jugando bien y te llevas un juego en el set”, añadió el No. 21 del mundo. “Él siempre está ahí. Su saque es impresionante, su resto es increíble y luego, en los puntos desde el fondo, le pega muy fuerte a la pelota y no tienes tiempo. No sabía qué hacer en París.”
“Ha mejorado muchísimo. Hace dos años, quizá físicamente no estaba tan bien y si jugabas partidos largos y puntos largos, erraba algunas bolas. Ahora no falla nada.”
El argentino terminó la temporada como el mejor representante de Latinoamérica, cerrando el año en el No. 21 del mundo, y espera dar un paso adelante el próximo curso. Con Sinner y Alcaraz como los rivales a batir en los grandes torneos, Cerundolo reconoció que es difícil idear un plan para vencer al italiano. “No le gané este año, así que no tengo ni idea para eso. Solo necesito entrenar para la próxima temporada e intentar estar listo. Para ganarles (a Alcaraz y Sinner), tengo que jugar perfecto y ellos tienen que jugar un poquito mal.”