“No quiero arrepentirme de no haberme divertido”: Alexei Popyrin sobre seguir la mentalidad de Michael Jordan y Andy Murray

Alexei Popyrin inició 2025 cargando con el peso de un 2024 consagratorio: una temporada en la que se llevó el título del Cincinnati Masters 1000, sorprendió a Novak Djokovic en el US Open y se instaló por primera vez en el top 20 mundial. Con esos resultados alimentando las expectativas, este año debía consolidar su llegada a la élite. En cambio, las lesiones, una enfermedad y una serie de derrotas tempranas lo dejaron finalizando como número 54 del mundo, una realidad que asumió mientras mantenía firme su confianza en su potencial a largo plazo.

“Siento que tengo el nivel para volver al top 20, así que mi ranking no me preocupa”, comentó el australiano de 26 años según Punto de Break. “No me gusta dónde estoy ahora mismo, y no es una buena imagen, pero sé de lo que soy capaz con mi juego, y cuando estoy en el estado mental adecuado y los entrenamientos van bien, siento que todo encajará y volveré a donde debo estar.”

La campaña 2025 de Popyrin nunca encontró ritmo tras una enfermedad a comienzos de año y reiterados contratiempos físicos que interrumpieron tanto los entrenamientos como la competición. Las expectativas creadas por su impulso en 2024 pudieron intensificar su frustración al no acompañar los resultados a sus ambiciones. Aun así, el australiano se mostró franco sobre los retos afrontados, subrayando la importancia de la recuperación y la perspectiva tras una temporada complicada. “He tenido mala suerte este año con lesiones y una enfermedad a principios de temporada, pero es inevitable tener años así, y lo importante es cómo te recuperas.”

Lo que agudizó la decepción fue el contraste con el jugador en que se había convertido apenas meses antes: una amenaza del top 20 con victorias de élite y un título Masters 1000 en su palmarés. Pero Popyrin insiste en que las dificultades de 2025 le han permitido replantear sus prioridades y su enfoque, especialmente al entrar en una fase más madura de su carrera.

“Necesitaba un descanso. Estuve casi dos meses y medio o tres seguidos sin parar, y eso solo con viajar, entrenar, competir, y creo que llegué a un punto en el que la semana previa a Wimbledon no me sentía preparado, y ya era el segundo Grand Slam en el que me pasaba. Probablemente fue la temporada menos agradable de mi carrera hasta ahora, pero aprendí mucho sobre cómo quiero abordar el resto de mi carrera.”

Mientras Popyrin reflexionaba sobre lo que salió mal, también se enfocó en lo que debe cambiar de cara al futuro. Entrar al circuito como uno de los mejores pegadores de su generación implicó una presión que no siempre procesó. Ahora, acercándose a lo que él llama la “fase media y final” de su carrera, se da cuenta de que perseguir el ranking no basta si el estilo de vida alrededor del tenis pierde alegría.

Ese cambio de perspectiva moldeó una de sus grandes conclusiones: “Estoy en la fase media y final de mi carrera, así que quiero empezar a disfrutar de los viajes. Quiero disfrutar de todos los países que visito. Escucho a mis entrenadores, Wayne Ferreira y Nev Godwin, y también he escuchado entrevistas de Michael Jordan y Andy Murray. Todos dicen que, cuando se acaba, se arrepienten de no haberlo disfrutado más. Todos dicen que la experiencia global de competir al más alto nivel es lo mejor que les ha pasado en la vida. No quiero arrepentirme al final de mi carrera por no haberme divertido.”

Esta mentalidad marca un punto de inflexión para el australiano, especialmente tras una temporada definida por viajes constantes, ajustes en el equipo técnico y la sensación de avanzar sin un momento para resetear. Popyrin contó que percibió el desgaste —emocional y físico— a medida que avanzaba el año, y señaló que cuanto más forzaba las cosas, menos disfrutaba jugar.

La lección, explica, es que el rendimiento no es sostenible sin equilibrio. “Estoy deseando volver a casa. Es mi época favorita del año. También puedo pasar tiempo con mi familia en Australia. Eso va a ser muy importante para mí el próximo año: intentar disfrutar del circuito lo máximo posible. Empezar en Australia, delante de mi público, va a ser increíble. Honestamente, no puedo esperar.”