Jannik Sinner se ha convertido en una megaestrella del tenis al ascender al número 2 del mundo y convertirse probablemente en el próximo rival de Novak Djokovic por la corona del tenis masculino. Pero sus padres siguen sin poder asistir a los torneos por multitud de razones, como demuestra su humilde origen.
Sinner habló tras vencer a Grigor Dimitrov por 6-3 y 6-1 y dijo que siguen trabajando y que su vida es diferente a su deporte. También señaló que también cuidan de sus abuelos, por lo que no estuvieron allí para verle levantar el título en Miami, lo que dice que es una pena, pero sabe por qué lo hacen.
"Ser el número dos es una sensación increíble", dijo. "Nunca pensé llegar a este punto. Vengo de una familia muy normal. Mi padre sigue trabajando, como mi madre también. Para mí el deporte es una cosa y la vida es otra".
"Ellos seguirán haciendo su vida, y luego yo haré la mía. Seguro que mi padre... en Indian Wells llegó. Hay como tres, cuatro torneos donde podrían llegar. Mónaco podrían llegar. Roma y Viena y a final de año espero que en Turín [en las Nitto ATP Finals] si juego. Y eso es todo.
"No viajan mucho, al menos hasta ahora. Los conozco, así que también tengo a mis abuelos, que ya tienen cierta edad [así que mis padres] quieren estar cerca. Tenemos a la familia en esa casa. Viven en un sitio precioso, así que tienen una buena vida allí.
"Desde luego, personalmente echo un poco de menos el tiempo con mis padres, porque me fui de casa cuando tenía 13 ó 14 años. Así que no he pasado mucho tiempo con ellos. Espero poder compensarlo en el futuro, pero para mí es más importante que ellos sean felices. Sé que yo soy feliz. Si yo soy feliz, ellos son felices. Todo está bien".