Desde hace unas semanas,
Daniil Medvedev estaba enamorado de las pistas de tierra batida después de jugar un buen tenis en ellas, ganando el trofeo del
Masters de Roma.
El ruso ha tenido tradicionalmente una gran aversión por las pistas de tierra batida, a las que califica de dañinas, entre otras cosas. En consonancia con su aversión, el ruso tampoco ha jugado muy bien en tierra batida a lo largo de su carrera, a excepción de Roma este año.
Ha jugado bien en varios eventos en este 2023, y acabó ganando el trofeo en el Masters de Roma hace poco. Bromeó varias veces durante ese tiempo diciendo que le encanta la tierra batida.
Tras su temprana eliminación en
Roland Garros, Medvedev confirmó que sigue sin gustarle la tierra batida al admitir que se alegra de que la temporada de tierra batida haya terminado para él: "Cada vez que termina la temporada de tierra batida me siento feliz. No sé si a la gente le gusta tener tierra batida en sus zapatos. Los calcetines blancos puedes tirarlos a la basura después de la temporada de tierra batida. Quizá a algunas personas les guste. A mí no".