Matteo Berrettini está cada vez más cerca de recuperar su mejor nivel. El italiano viene de clasificarse por tercera vez a la final de
Gstaad después de batir a
Stefanos Tsitsipas por 7-6(2) y 7-5. Levantó el trofeo en 2018, venciendo a Roberto Bautista Agut por 7-6(9) y 6-4 en su primer partido por un título ATP, y perdió el encuentro decisivo en 2022 contra Casper Ruud por 6-4, 6-7(4) y 2-6.
También será su tercera final del año, después de ganar el Grand Prix Hassan II en Marruecos ante Roberto Carballés por 7-5 y 6-2, y de perder contra Jack Draper en el Open Stuttgart por 6-3, 6-7(5) y 4-6. En toda su carrera será la 15ª que juegue, en busca de su 9º título.
Berrettini ha luchado contra las lesiones desde que alcanzó el número seis del mundo en mayo de 2022. Había perdido sus cinco enfrentamientos anteriores con el número 12 del mundo, pero logró abrirse camino en los momentos clave. Se enfrentará al francés Halys, número 192 del mundo, que venció a Jan-Lennard Struff por 6-3 y 7-6(5) para alcanzar su primera final ATP.
No compitió en Roland Garros pero dio una buena batalla en la segunda ronda de Wimbledon, donde cayó frente a Jannik Sinner en un ajustado partido a cuatro sets. En una superficie en la que suele jugar bien, la hierba, mostró brotes verdes, pero ahora tendrá por delante unas semanas cruciales en tierra batida antes de viajar a Estados Unidos.
Con los Juegos Olímpicos dentro de dos semanas, ha alcanzado su tercera final de la temporada y ha demostrado que, a pesar de todos los problemas de fondo, aún tiene talento para competir y derrotar a un jugador del Top 10 como Tsitsipas. Sin embargo, Tsitsipas ha vuelto a tropezar después de mostrar un magnífico estado de forma a principios de la temporada de tierra batida.