Andy Roddick abrió su episodio de preguntas y respuestas de final de temporada de Served entrando de lleno en lo que más fascina a los aficionados: el atletismo, la presión y lo que realmente diferencia al tenis de cualquier otro deporte. El ex número 1 del mundo respondió preguntas en la última entrega de su pódcast, que incluyó una cuestión de nada menos que el cantante John Legend.
“Tras ver a Sinner y Alcaraz disputar esa épica final de Roland Garros de más de cinco horas, le escribí a un amigo diciendo que creo que son los deportistas más impresionantes del mundo”, afirmó. “¿Sigues pensando que los tenistas son los atletas más impresionantes?”
Al reflexionar sobre la maratoniana final de Roland Garros entre Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, Roddick fue tajante: “Sigo pensando que los tenistas son los mejores atletas del mundo”, dijo el campeón del US Open 2003. “Creo que la exigencia física, la naturaleza integral de lo que tienes que ser—no basta con ser fuerte. Tienes que tener resistencia, coordinación motora y la capacidad de subirte a un avión, recuperar y hacer todas esas cosas.”
Cuando le preguntaron qué deportistas podrían rivalizar con los tenistas, Roddick elogió la complejidad de disciplinas como el baloncesto y el fútbol, a la vez que señaló la especialización estrecha en el béisbol. Pero su mensaje fue claro: el tenis exige totalidad. “No basta con ser fuerte. Tienes que tener la resistencia, la coordinación motora y la capacidad de subirte a un avión y recuperar,” dijo.
Recuperación y la dura realidad postpartido
La recuperación tras los partidos, explicó Roddick, nunca fue negociable—especialmente durante las noches largas en el US Open. Desgranó la secuencia con contundencia: estirar de inmediato, hidratar, encontrar hielo y obligarse a comer aunque el estómago se rebele. “La parte que más odiaba era tener que comer en los primeros 20 minutos,” dijo. “Dougie Spring, mi preparador—una leyenda—venía con un batido asqueroso y espumoso. Odiaba comer justo después de los partidos… pero hay que hacerlo.”
Lo que los aficionados no ven, enfatizó Roddick, es que las obligaciones con los medios nunca podían interferir con las necesidades del cuerpo. Rechazó la idea de que los jugadores deban apresurarse para satisfacer los horarios de los periodistas. “La prensa nunca dictaba la rutina tras el partido; la recuperación siempre marcaba cuándo hacías la rueda,” dijo. “La gente se mosqueaba… y yo pensaba: ‘Idiota, tengo que quedarme hasta las 2:30. Necesito mi cuerpo mañana.’”
Apuestas deportivas y seguridad del jugador: la amenaza oculta
Roddick fue igual de directo al abordar las apuestas deportivas y el creciente peligro que suponen para los jugadores, especialmente con el auge de las microapuestas. Elogió a Major League Baseball por eliminar apuestas de muestras pequeñas y pidió al tenis que siga ese camino. “Paren con esas apuestas a un solo lanzamiento. Paren con esas apuestas a un solo saque,” dijo. “Cuando tienes microapuestas… cuanto menor es la muestra en la que un atleta puede ‘tirar’ algo, más probable es que aparezca el mal comportamiento.”
Advirtió que la cultura de apuestas actual hace a los deportistas más vulnerables que nunca, sobre todo porque las redes sociales dan a los apostadores enfadados acceso instantáneo. “Cualquiera que apueste una cantidad significativa de dinero a un solo saque no va a preocuparse por tus sentimientos,” dijo. Roddick también condenó la mentalidad distorsionada en torno a las pérdidas: “¿No es increíble cómo piensan los apostadores? Cuando ganan, es ‘Soy un gran apostador.’ Cuando pierden, es ‘Ese jugador apesta.’”