Rafael Nadal, uno de los tenistas más grandes de todos los tiempos, ha tenido una carrera repleta de éxitos, pero las
ATP Finals se presentan como el único hito inalcanzable en su palmarés. Este torneo, que reúne a los ocho mejores jugadores del año, ha sido un desafío constante para el español, quien a menudo llegaba con lo justo de gasolina en el tanque luego de haberlo dejado todo en cada temporada.
Desde su debut en 2005, Nadal ha enfrentado múltiples ausencias en las ATP Finals, no participando en ediciones clave como las de 2008, 2012, 2014, 2016 y 2018. En 2017, su participación fue mínima, ya que solo disputó un partido en la fase de grupos. Las lesiones han sido un factor determinante a lo largo de su carrera, lidiando con problemas físicos que le han impedido competir al máximo nivel en este evento.
El estilo de juego del español resultó ser muy desgastante para su físico, y la extenuante cantidad de torneos ATP a lo largo del año combinada con la enorme cantidad de finales disputadas en cada hacían que el número de partidos y horas de competencia fueran erosionando al mallorquín.
No obstante, Rafa tuvo oportunidades significativas para conquistar el título en varias ocasiones. En 2006 y 2007 llegó a las semifinales, cayendo ante
Roger Federer. En 2010 alcanzó la final, pero fue nuevamente derrotado por el suizo.
Aunque Nadal supera a Federer en el historial de enfrentamientos directos, el suizo ha sido su verdugo en el torneo de cita a los mejores 8 tenistas de la temporada. Además, el español no pudo vencer a
Novak Djokovic en la final de 2013 ni en las semifinales de 2015. Su última gran oportunidad se presentó en 2020, pero
Daniil Medvedev lo superó en semifinales.
Las ediciones de 2021 y 2022 fueron particularmente difíciles para Nadal, quien apenas pudo competir debido a nuevas lesiones. En 2022, en su última presentación, no logró avanzar más allá de la fase de grupos.
A pesar de su impresionante legado, las ATP Finals aparecerán como el único asterisco en la carrera del balear. Un testamento que muestra de lleno impacto que las lesiones han tenido a lo largo de su magnífica trayectoria, y una prueba más del enorme corazón de Rafa para sobreponerse a tantas dificultades y llegar a conquistar ni más ni menos que 22 títulos de Grand Slam.