El joven checo
Jakub Mensik, de apenas 19 años, sorprendió al mundo del tenis al coronarse campeón del Masters 1000 de Miami, firmando la mejor actuación de su carrera hasta el momento. En una final memorable, Mensik derrotó al legendario serbio Novak Djokovic, ex número uno del mundo, en dos sets muy igualados por 7-6, 7-6.
A lo largo de su camino hacia el título, Mensik firmó victorias de gran prestigio. En la ronda de 64, superó al británico Jack Draper, actual número seis del mundo y reciente campeón en Indian Wells, también en sets corridos (7-6, 7-6). En semifinales, dio la campanada al vencer al estadounidense Taylor Fritz, subcampeón del US Open 2024, por 7-6, 4-6, 7-6.
A pesar del impacto mediático generado por el joven checo,
Andy Roddick, ex número uno del mundo y campeón del US Open 2003, no se muestra del todo convencido con el ascenso meteórico de Mensik. En su pódcast
Served with Andy Roddick, el estadounidense analizó con cautela el rendimiento del tenista checo y pidió esperar antes de sacar conclusiones definitivas.
“No sé si se puede asumir que Mensik ganará todos los partidos de aquí en adelante”, señaló Roddick. “Creo que la superficie de Miami le favoreció mucho. Me gustaría verle rendir en otras condiciones antes de emitir un juicio más firme”.
El ahora analista también comentó aspectos técnicos del juego de Mensik que, en su opinión, aún deben mejorar: “Puede hacer tiros potentes en distintas superficies, pero no estoy del todo convencido. Su segundo servicio todavía tiene margen de mejora. Quiero ver cómo se adapta a la hierba, que es una superficie muy particular. Mucho depende del desplazamiento y no es fácil de dominar”.
Con la gira sobre tierra batida ya en marcha y la temporada de hierba en el horizonte, Mensik tendrá la oportunidad de demostrar que su éxito en Miami no fue fruto exclusivo de las condiciones favorables de la pista dura estadounidense.