El australiano Jordan Thompson ha arremetido contra las autoridades por imponer una sanción por doping a su compatriota Max Purcell. El jugador de 26 años ha dado recientemente positivo en un control antidopaje y se le ha impuesto una suspensión voluntaria que le impedirá participar en el próximo Open de Australia.
Purcell aceptó la decisión y admitió que no había seguido el protocolo al recibir una infusión intravenosa de vitaminas. Thompson ha sido citado recientemente en un reportaje en el que criticaba a las autoridades por sancionar a su compatriota. El jugador de 30 años calificó la decisión de "broma".
"No fueron buenas noticias para mí y para Maxy, sobre todo para Max. Creo que es un poco una broma, pero no hay mucho que pueda hacer al respecto", dijo Thompson. "Creo que él no está muy contento y yo tampoco, la verdad. Tomó demasiado en una bolsa intravenosa... ser suspendido por eso cuando hay otras personas que han hecho cosas mucho peores y a veces sólo reciben un tirón de orejas, es un poco de broma, creo... pero no me corresponde a mí decidir lo que pasa. Cuando ves a gente que da positivo y luego tienes a Max tomando demasiado en una bolsa intravenosa, es para rascarse la cabeza".
Las críticas se dirigen a las autoridades después de que sus decisiones levantaran ampollas tras los recientes escándalos protagonizados por dos grandes jugadores. El número uno del mundo, Jannik Sinner, dio positivo por la sustancia prohibida Clostebol en dos controles antidopaje realizados en marzo. A pesar de ello, el jugador de 23 años se libró de la sanción, ya que la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) aceptó la respuesta del abogado del jugador, que alegó que la presencia de la sustancia prohibida en la muestra del jugador se debía a que éste había recibido crema para el tratamiento de una lesión de un miembro del cuerpo técnico. Por otra parte, la número uno del mundo IgaSwiatek también fue sancionada con un mes de suspensión tras dar positivo por trimetazidina.