Jack Draper volverá a
Wimbledon por primera vez en dos años la semana que viene como número 1 británico y, ante la inminente retirada de Andy Murray, el próximo heredero al trono del tenis británico. Pero ha sido un camino lleno de dificultades para el nuevo príncipe heredero.
El año pasado tuvo que quedarse fuera del torneo junto a otra británica, Emma Raducanu, ya que ambas, con tanto potencial, tuvieron que mirar desde la grada al principio y luego, en el caso de Draper, desde el sofá, ya que no pudo participar;
Con un nuevo entrenador y un nuevo ímpetu este año, Draper ha unido fuerzas con Wayne Ferreira y se ha aupado de nuevo a los puestos de cabeza, cabeza de serie y número 1 británico. También ganó en Stuttgart y derribó al campeón de Roland Garros,
Carlos Alcaraz. Un jugador del que dijo que le motivó para volver a su mejor nivel después de verle en el sofá el año pasado.
"Fue realmente difícil. Obviamente no sólo me perdí éste. Me perdí Queen's, todo hiberba", dijo Draper según Express Sport.
"Creo que estuve sentado en el sofá la mayor parte del tiempo, frustrado, viendo todos los partidos. Recuerdo que vi un par de partidos. Creo que vi el partido Broady-Ruud, que fue increíble ver que Broads lo hacía bien".
"Obviamente, vi toda la final, lo cual fue duro de ver, obviamente, a alguien tan joven ganando el título y demostrando de lo que es capaz. Me motivó muchísimo y creo que fue una bendición, porque mi cuerpo no estaba preparado. Creo que mentalmente tampoco estaba preparado para ser un jugador de élite. Fue un buen descanso que necesitaba para redescubrir el fuego que necesitaba. A partir de ahí, he estado genial".
También describió cómo fue forjar su camino de regreso como jugador que no recibe wildcards ni toda la ayuda para volver a su mejor nivel. "De repente, cuando llegué al torneo de Estados Unidos, estaba en el puesto 110 ó 120 del ránking. Volvía a ser una especie de Challenger. Sin posibilidad de wild cards, todo lo demás. Es muy difícil saberlo. No sabes lo rápido que vas a volver. No sabes cuánto trabajo duro va a ser. Pero, como he dicho, fue bueno para mí porque sabía que tenía que cambiar muchas cosas. Tuve que trabajar mucho físicamente".
"Aunque estaba en el sofá viendo aquella final, cuando me lesioné, mi objetivo número uno era volver, ser realmente fuerte, ser robusto. Y lo conseguí", explica.
"Nunca fue mi tenis el problema. Siempre fue tratar de fortalecer mi cuerpo. Así que creo que desde el momento en que vi a Alcaraz ganar Wimbledon cuando estaba en el sofá, eso me dio una gran motivación para querer volver a estos grandes eventos y ser cabeza de serie y estar en una gran posición como estoy, para darme la oportunidad de jugar en los escenarios más grandes contra los mejores jugadores. He recorrido un largo camino en un año, y estoy muy orgulloso de ello. Sólo quiero seguir avanzando".