Joao Fonseca no podía dejar de sonreír tras levantar el mayor trofeo de su joven carrera en Basilea. El brasileño de 19 años derrotó al español
Alejandro Davidovich Fokina por 6-3 y 6-4 en la final de la Swiss Indoors para conquistar su primer título ATP 500 y, como reveló en su discurso posterior al partido, su próximo paso será cortarse el pelo. "Hicimos la promesa de que si ganábamos uno de estos torneos, me afeitaría la cabeza", dijo Fonseca entre risas.
Aunque su comentario desenfadado provocó las risas del público, el momento también reflejó el espíritu de equipo que ha impulsado el rápido ascenso de Fonseca. El adolescente elogió a sus entrenadores Gui, Emanuel y Egidio por su dedicación durante toda la semana. "Todos sabemos lo duro que trabajamos cada día", afirmó. "Muchas gracias a vosotros". Con esta victoria, Fonseca alcanza el puesto 28 de la clasificación ATP, el más alto de su carrera, y se sitúa por primera vez entre los 30 primeros.
El título de Basilea supone un gran avance en una temporada en la que Fonseca ha pasado de ser una prometedora promesa a convertirse en una de las jóvenes estrellas más prometedoras del circuito. Sin embargo, su discurso de victoria reveló un lado más emotivo. Su familia viajó desde Brasil y llegó una hora antes de que empezara el partido. "Mis padres creyeron en mí desde que era un niño. Es un placer ser su hijo", dijo, conteniendo las lágrimas mientras les daba las gracias a ellos y a su tío, que también hizo el viaje.
Las palabras del adolescente también transmitían un profundo respeto por su rival. "Tengo que felicitar a Alejandro por esta semana increíble", dijo Fonseca. "Sé que otra final es dura, pero sigue trabajando, mantén el proceso; seguro que el futuro es brillante para ti". Fue la quinta derrota consecutiva de Davidovich Fokina en una final y su cuarto subcampeonato de 2025. El español, de 26 años, aún no ha levantado ningún título en su carrera. Sin embargo, a pesar de un nuevo desengaño, la regularidad de el español le garantiza una clasificación en el puesto 15 de su carrera la semana que viene.
"Allá donde voy, hay brasileños animándome"
Más allá de su actuación, la personalidad de Fonseca sigue conquistando a aficionados de todo el mundo. Durante su discurso, se tomó un momento para agradecer el increíble apoyo de los aficionados brasileños, que llenaron el St. Jakobshalle de cánticos y banderas. Jakobshalle con cánticos y banderas. "Es una locura que allá donde voy haya brasileños en las gradas, gritando y gritando mi nombre", declaró. "Es un placer representar a este increíble país".
La victoria también tuvo un significado simbólico para Fonseca, que creció viendo el Swiss Indoors por televisión cuando era niño. "Este es un torneo que vi por televisión, viendo a Roger jugar y ganar aquí como diez veces", recordó. "Es un placer jugar en esta pista por primera vez, y seguro que no será la última". Su mención a Federer, 10 veces campeón en Basilea, subraya lo surrealista de la experiencia para el adolescente.
La humildad de Fonseca brilló durante toda su intervención. Aunque visiblemente nervioso, terminó su discurso con una mezcla de gratitud e incredulidad. "Lo siento, estoy un poco nervioso, es sólo mi segunda vez aquí", dijo sonriendo. "Gracias a la organización, a los recogepelotas, a los transportistas, a todos los que han hecho posible este torneo". El tono genuino y la emotividad del joven brasileño le valieron la ovación del público de Basilea.
Mientras se prepara para cumplir la promesa de su equipo, el ascenso de Fonseca no muestra signos de desaceleración. Su título de Basilea no sólo le otorga la mayor victoria de su carrera, sino que también consolida su estatus como uno de los jugadores más prometedores del circuito. Y con su familia, sus entrenadores y un ejército de aficionados brasileños a sus espaldas, el adolescente parece dispuesto a hacer muchas más promesas, y a cumplirlas.