Los entrenadores de Carlos Alcaraz,
Juan Carlos Ferrero y Samuel Lopez, fueron anunciados este jueves como ganadores del premio Coach of the Year 2025 en esta edición de los ATP Awards. El dúo español acompañó a Alcaraz en su camino para recuperar el No. 1 del mundo y conquistar un total de 8 títulos esta temporada.
La gran temporada de Alcaraz incluyó títulos en Roland Garros y el US Open —alcanzando 6 coronas de Grand Slam en su carrera—, además de tres Masters 1000 logrados en Monte-Carlo, Roma y Cincinnati. Su constancia y dominio a lo largo del año se tradujeron en un balance de 71-9, durante el cual también alcanzó otras tres finales y acumuló más de 18,8 millones de dólares en premios en pista.
No es la primera vez que Ferrero —ex No. 1 del mundo— se lleva el galardón, ya que lo ganó por primera vez en 2022, la temporada del despegue de Alcaraz en el Tour cuando conquistó su primer major. Esta vez, el premio se comparte con Lopez —quien se unió al equipo este año y anteriormente entrenó al propio Ferrero, a Carreño Busta y a Nicolas Almagro.
“Estoy muy feliz con el premio”, dijo Ferrero a
ATPTour.com. “No tenía ninguna duda de que Samuel encajaría muy bien con nuestra filosofía de trabajo, porque llevamos muchos años colaborando y sabe exactamente lo que quiero para Carlos [Alcaraz]. Ha hecho un gran trabajo desde el principio.”
“Sinceramente, desde que empecé este proyecto, nunca fue un objetivo ganar el Coach of the Year”, afirmó Ferrero. “Pero que el trabajo sea reconocido por otros entrenadores que entienden, como nosotros, lo complicado que es... significa mucho para mí haberlo ganado ya dos veces. Este año es doblemente gratificante porque lo comparto con Samuel.”
Una fórmula ganadora: siguiendo la tendencia del co-coaching
No es la primera vez que el premio va a parar a un dúo técnico. En 2023, Darren Cahill y Simone Vagnozzi se llevaron el galardón —convirtiéndose en la primera pareja de entrenadores en compartir el honor, ambos trabajando con Jannik Sinner. Alcaraz siguió la fórmula de su rival de trabajar con dos entrenadores simultáneamente y logró recuperar la cima del ranking en 2025.
“Quizá aporté aire fresco, porque Juan Carlos lleva siete años con él y yo soy el nuevo”, dijo Lopez, quien ya había entrenado al propio Ferrero antes de incorporarse formalmente al equipo de Alcaraz. “Conozco al equipo y todos hemos contribuido por igual, pero de maneras diferentes. Sobre todo, hemos insistido mucho en que el trabajo tiene que ser divertido.”
Ferrero añadió: “El objetivo es que Carlos trabaje al 100 por ciento y extraiga todo el talento que lleva dentro. Lo hacemos a base de trabajo duro y disciplina, pero también con diversión y alegría mientras lo hacemos. En ese sentido, quizá yo soy algo más estricto y serio. Y Samuel es el bromista, es más abierto. Pero también tiene el lado serio que se necesita cuando toca trabajar.”
El punto de inflexión: Monte-Carlo y la gira de tierra
La temporada de Alcaraz no fue tan dominante desde el inicio. Fue eliminado en los cuartos de final del Australian Open por Novak Djokovic y sufrió una derrota sorpresa en primera ronda del Miami Open ante David Goffin. El español perdió la oportunidad de recuperar el primer puesto mientras Sinner estaba suspendido y llegó a la gira de tierra con algunas dudas sobre su nivel.
“Ganar en Monte-Carlo, sin jugar del todo bien, pero con una actitud de diez sobre diez, le ayudó mucho a afrontar el resto de la temporada con más claridad”, comentó Ferrero. “A partir de ahí, llegaron muchas finales, resultados increíbles como en los Grand Slams… Pero Monte-Carlo fue una luz que le abrió las puertas para ganar esa confianza que necesitaba y, desde entonces, pudo encadenar resultados impresionantes.”
Alcaraz conquistó su 6º título de Masters 1000 en Monte-Carlo, derrotando a Musetti en la final
El jugador de 22 años firmó un balance de 22-1 en la gira de tierra, cediendo únicamente en la final del Barcelona Open ante Holger Rune. “Carlos ha madurado y se ha dado cuenta de la importancia de expresar sus sensaciones”, dijo Lopez. “Después de Monte-Carlo, hablaba mucho más de cómo se sentía y eso le ayudó de verdad a expresarse mejor, en cuanto a cualquier dificultad, miedos y todo lo que conlleva estar ahí y manejar la presión del circuito.”
Hacia el final de la gira de tierra, Alcaraz coronó su dominio en la superficie con el título en Roland Garros —su 5º major—, derrotando a su rival Sinner en la final. Un partido que lo tuvo todo durante cinco horas y media, en el que Alcaraz salvó bolas de partido en el tercer set y acabó logrando una remontada épica ante su clásico adversario.
Para el entrenador Lopez, fue un triunfo aún más especial: “A nivel personal, gané mi primer Grand Slam en Roland Garros formando parte de un equipo como entrenador, ¡y menuda victoria!”, señaló Lopez. “Luego, al final del año sabíamos que tenía la opción de acabar como No. 1 y, aunque nadie en el equipo estaba obsesionado con ello en ese momento, conseguirlo en Turín también fue un momento muy feliz.”
“Nuestra misión es mantener viva su ambición”, añadió. “No puedes dormirte en los laureles con todo lo que ha logrado. A partir de ahora esa motivación tiene que seguir creciendo, queriendo más cosas grandes que están al alcance de tan pocos y, desde ahí, mantenerse motivado y no conformarse con nada, siempre yendo a por más con esa alegría que le caracteriza, que se nos contagia al resto.”