Felix Auger-Aliassime jugará apenas su segunda final desde octubre de 2022 y la primera en ATP Masters 1000 este domingo en el
Madrid Open. En aquel mes de hace un año y medio jugó más partidos por el título de los que ha jugado en los 18 meses siguientes. Esto podría significar la vuelta a la élite de uno de los mejores jugadores del mundo cuando está a su mejor nivel, como lo demostrará su
ATP Ranking a partir del lunes en la próxima actualización.
El número 35 del mundo no había tenido un 2024 estelar, habiendo salido del top 30 por primera vez desde 2019. Sin embargo, la retirada de tres de sus rivales por el camino le ayudó, a sus 23 años y lejos de su mejor nivel, a alcanzar su primera final de Masters 1000.
Una oportunidad de oro en Madrid
El canadiense sólo necesitó terminar tres de los seis partidos que debía jugar para alcanzar la final, convirtiéndose en el primer jugador que avanza de esta manera en un Masters 1000 desde 1990. Y lo que es más sorprendente, de los cuatro partidos que debía disputar durante la semana, sólo terminó uno.
El lunes, en la tercera ronda, el joven checo Jakub Mensik se retiró cuando iba perdiendo por 6-1,1-0 contra el canadiense, que dos días más tarde derrotó a Casper Ruud en sets corridos y se aseguró un puesto en cuartos de final contra el primer cabeza de serie, Jannik Sinner. El italiano anunció que no competiría por molestias en la cadera, y el ex número 6 del mundo avanzó inesperadamente a semifinales.
Saltó a la pista contra Jiri Lehecka, pero sólo pudo disputar 6 juegos antes de que el checo decidiera retirarse por una lumbalgia. "Es una locura", dijo Auger-Aliassime en la rueda de prensa previa a la final. "No sé si le había pasado antes a un jugador".
Auger-Aliassime tiene un récord de 5-9 en finales, con un 0-2 en tierra batida.
"Es una situación un poco extraña por mi parte. Nunca me había pasado hasta ahora en mi carrera, una retirada o un abandono de este tipo, y espalda contra espalda como éste. No podía creer lo que estaba pasando cuando vi su espalda bloqueada".
Su aparición en la final del Abierto de Madrid le garantiza el regreso al top 20 de la clasificación ATP después de seis meses y le asegura una plaza en el próximo Roland Garros. El ex número 6 del mundo tiene una oportunidad de oro contra Andrey Rublev (número 8) y buscará su primer título de Masters 1000. Si consigue el título, subirá unos puestos hasta el nº 17.