Hubo escenas enormemente emotivas tras la final
del Masters de Shanghai, en la que dos primos compitieron por su primer título ATP en una de las finales de Masters 1000 más improbables que jamás se hayan visto.
Valentin Vacherot y
Arthur Rinderknech protagonizaron el torneo de sus vidas, derrotando a grandes nombres en su camino hacia la final. Rinderknech derrotó a jugadores de la talla de Alex Michelsen, Alexander Zverev, Jiri Lehecka, Felix Auger-Aliassime y Daniil Medvedev en su camino a la final, pero fue incapaz de dar un paso más y cayó ante Vacherot.
El monegasco ni siquiera figuraba en la lista de preseleccionados para el torneo, y sólo se coló cuando Joao Fonseca y Luca Nardi se retiraron de la competición. Aprovechó al máximo esta oportunidad única, ya que sólo había jugado tres Masters 1.000, todos ellos en Mónaco, su país natal. Su camino hasta la final fue algo más fácil que el de su primo, pero aun así tuvo que deshacerse de Laslo Djere, Alexander Bublik, Tomas Mahac, Tallon Griekspoor, Holger Rune y Novak Djokovic, 24 veces campeón de Grand Slam. Se convirtió en el finalista de Masters 1.000 peor clasificado y, a la postre, en el que menos lo ha conseguido, ascendiendo en la clasificación hasta un nuevo máximo de 40º del mundo.
Rinderknech rinde homenaje a su primo
La pareja siempre ha estado muy unida, ya que crecieron juntos dentro y fuera de la pista. Vacherot podría no haberse convertido en tenista profesional si Rinderknech no le hubiera convencido para viajar a Texas y continuar su formación en Estados Unidos. Han jugado juntos al dobles, y salieron poéticamente a la pista antes de su enfrentamiento final para calentar. Después de que Rinderknech completara su remontada contra Medvedev, Vacherot fue una de las primeras personas en felicitarle, entrando en la misma pista en la que se batirían 24 horas más tarde.
Su unión quedó representada después de que el jugador de 26 años se adjudicara el título, cuando el dúo se abrazó en la red. La ceremonia de entrega de trofeos fue mucho más emotiva: el francés, emocionado, le dedicó un mensaje especial a su primo pequeño.
"Para Valentin, mi amor primo. Para Valentin, mi amor. Esta es la hermandad entre primos. Bravo, es genial. Dos primos son más fuertes que uno. Ganaste hoy, bravo. Lo di todo, no pude hacer más. Me alegro mucho por ti. Espero que tengamos más. Es sólo el principio, bravo. Te quiero",
dijo tras el partido.
Enfrentamientos familiares en la final
Aunque se trata de un acontecimiento muy poco frecuente, ya se han dado casos en los que dos miembros de una misma familia se han enfrentado en la final. En la final del Abierto de Estocolmo de 1981, los hermanos Gene y Sandy Mayer se enfrentaron en la pista por el derecho a presumir, y Gene se impuso en sets corridos. Diez años más tarde, los hermanos McEnroe se enfrentaron en Chicago, y John McEnroe derrotó a Patrick para hacerse con el título.
En la WTA, la rivalidad entre Serna y Venus Williams es el enfrentamiento familiar más conocido. La pareja dominó el tenis femenino durante dos décadas, acumulando 30 Grand Slams entre las dos, cuatro de ellos consecutivos entre 2002 y 2003, en los que Serna ganó los cuatro. También fueron eficaces en dobles, ganando las 14 finales que disputaron juntos.
De todos los enfrentamientos finales, el del
Masters de Shanghai es, con diferencia, el más improbable. Ninguno de los dos había llegado siquiera a cuartos de final en un Masters 1000, pero ambos decidieron que este era el evento en el que harían esa carrera histórica, barriendo a todo el mundo y espoleándose mutuamente hacia la gloria.