Dominic Thiem está en su primera final desde 2020 y podría sellar su primer título desde el US Open del mismo año el domingo por la tarde, mientras continúa su racha de héroe local en el
Kitzbuhel Open.
Thiem salvó cinco bolas de partido y superó al quinto cabeza de serie, Laslo Djere, por 7-6(3), 5-7 y 7-6(8), para alcanzar la final, en la que el propio Djere atraviesa un gran momento de forma.
Llegó a la final de Hamburgo el pasado fin de semana y ahora lo ha refrendado con una gran actuación en Kitzbuhel, pero el poderío de Thiem es evidente.
Durante las tres horas y media que duró la batalla, se mostró intratable con sus épicos golpes de revés y su saque.
Se mantuvo inquebrantable durante todo el partido, salvando 12 oportunidades distintas de Djere.
El próximo rival será Sebastián Báez, donde el público espera que conquiste su primer título desde su regreso. Un regreso que ha sido arduo y que ha hecho que Thiem se plantee a veces su futuro, pero que podría merecer la pena el domingo.
Sería su 18ª corona en el circuito y potencialmente la más dulce para el austriaco, que regresa al torneo que ganó en 2019. También le daría un impulso en el ranking en el proceso.