Denis Shapovalov irrumpió en la escena con fuerza y parecía que iba a quedarse con todo. Sin embargo, se estancó y las lesiones vinieron a truncarle su progresión. Como resultado, llevaba más de cinco años sin ganar un título ATP a pesar de tener todavía solamente 25 años. Al fin lo ha conseguido, tras derrotar al local
Hamad Medjedovic en la final del
Open de Belgrado.
Ha sido larga la espera para que el exnúmero 10 del mundo lograra su segundo título. Su primer título llegó en el Abierto de Estocolmo 2019, donde derrotó a otro jugador serbio, Filip Krajinovic (6-4, 6-4). Sin embargo, después encadenó una racha de cinco finales perdidas consecutivas, incluida la del Masters de París de 2019 contra Djokovic.
Llegar a la final esta semana ya era un logro importante para Shapovalov, cuya última aparición en una final fue en el Abierto de Viena de 2022 (donde perdió ante Medvedev). Las últimas temporadas han sido difíciles para el jugador de 25 años, que sólo recientemente ha vuelto a entrar entre los 100 mejores.
Shapo termina la temporada con un título, lo que podría ser una señal positiva para la próxima temporada 2025. Tal vez Shapovalov pueda recuperar la forma que una vez deslumbró al Tour y volver a ocupar un puesto alto en la clasificación de la ATP.
Esta semana ha derrotado sin mayores problemas a rivales de la talla de Nuno Borges (5º cabeza de serie) y Jiri Lehecka (4º cabeza de serie). Aún le queda un último reto antes de concluir la temporada, ya que se unirá al equipo de Canadá en la Copa Davis y tendrá que liderar a su país tras la ausencia confirmada de Felix Auger-Aliassime en Málaga.