Carlos Alcaraz dejó dudas en su primera ronda del ABN AMRO Open Rotterdam. El español mostró signos de debilidad, tanto en su juego como físicamente ante Botic van de Zandschulp, el jugador que lo eliminó en el último US Open. Sabíamos que llegaba con problemas de salud al torneo. Finalmente, se salió con la suya y se ha mostrado considerablemente mejor en su segundo partido.
Aplastó sin piedad a Andrea Vavassori por 6-2 y 6-1. Recordemos que el italiano es una superestrella en los dobles, pero no tiene ningún gran resultado en individuales. Además, su juego agresivo conviene perfectamente al murciano. Si a eso le sumamos el déficit de potencia, fue un auténtico paseo para Carlitos por la Pista Central de Rotterdam.
Ninguno de los dos sets tuvo mucha historia. Alcaraz se permitió incluso centrarse más en su servicio, empleando la nueva técnica que ha estado entrenando durante la pretemporada. Le fue bastante bien, ya que perdió pocos puntos en sus juegos de saque. Por si fuera poco, estuvo pletórico al resto, jugándole en repetidas ocasiones a los pies de su rival.
Vavasssori es un tenista con un saque tremendamente potente y suele subir a la red con frecuencia. El número 3 del mundo no perdonó y lo pasó de todas las formas posibles. Con passings de derecha, de revés, globos, avanzando él también hacia la volea y dejadas ganadoras. Carlos Alcaraz en su máximo esplendor. Todavía tiene un esparadrapo en la nariz para ayudarle a respirar mejor, pero parece haberse recuperado de la gripe con la que llegó a Países Bajos.
En cuartos de final se enfrentará al ganador del último partido del día. Será entre su compañero de generación Holger Rune, al que conoce bien desde que son pequeños y con el que jugó cuando tenían apenas 13 años. Y su compatriota Pedro Martínez, con el que ha compartido equipo en la Copa Davis del año pasado.