Novak Djokovic dijo que se sintió como "un villano del mundo" cuando fue deportado durante el
Open de Australia 2022 por negarse a vacunarse contra la COVID-19.
Djokovic, durante su entrevista en 60 Minutos con Jon Wertheim, afirmó que está a favor de la elección y no en contra de la vacuna. Pero se le consideró así cuando intentó conseguir una exención para jugar en el torneo, que llegó hasta el final.
De la exención inicial al infierno del hotel y la deportación
Djokovic tuvo que alojarse en un hotel lleno de cucarachas utilizado para alojar a refugiados y autoaislados, por lo que fue deportado y no pudo jugar el torneo. Esto, a su vez, conllevó la prohibición de entrar en el país.
Esto debería haber durado varios años y poner en peligro potencial sus posibilidades de volver a Australia. Pero la nueva administración del país la anuló y ganó el torneo de este año. Durante su entrevista con Wertheim, habló abiertamente de la experiencia.
"Básicamente me declararon villano del mundo", dijo Djokovic. "Tenía a casi todo el mundo en mi contra. Tuve ese tipo de experiencia en la pista de tenis con multitudes, en la que quizá no me animaban. Pero nunca en mi vida había tenido esta experiencia en particular".
Djokovic también negó haber engañado al pueblo australiano, que en aquel momento estaba fuertemente a favor de la vacunación y del bloqueo aparente. Dijo que le habían dado permiso, por lo que no le correspondía a él leer la sala en ese sentido.
"No era mi posición leer a nadie. Conseguí la exención, conseguí el permiso para entrar en el país. Por supuesto, escaló a los más altos niveles mundiales".