Andy Murray atrajo a una gran multitud en Aorangi Park ayer, mientras realiza un último esfuerzo para participar en
Wimbledon, a pesar de haberse sometido recientemente a un procedimiento en la espalda para tratar un quiste espinal. Esta situación parecía inicialmente descartar la posibilidad de una despedida final en el prestigioso torneo de SW19, pero Murray está decidido a jugar contra Tomas Machac el martes, a pesar de que su práctica reciente y su partido contra Jordan Thompson, donde se lesionó y se retiró tras ser vapuleado en el set inicial, auguran escenas complicadas.
Murray no es conocido por rendirse fácilmente, como lo demostró su reaparición hace cinco años, cuando añadió varios años más a una carrera que muchos creían terminada. Existe un deseo generalizado de que Murray decida cuándo será su despedida del tenis y que no sea forzado a retirarse por circunstancias fuera de su control. El propio Murray comparte este sentimiento, y está dispuesto a intentarlo una vez más en la próxima semana, probablemente participando también en el torneo de dobles masculino junto a su hermano, Jamie Murray, formando una primera pareja de Grand Slam.
En un torneo que ha ganado en dos ocasiones y donde es considerado un héroe británico, Murray admite que, aunque es consciente de que la oportunidad de competir podría escaparse de sus manos, está dispuesto a asumir un gran riesgo para jugar contra Machac el martes, en un partido que probablemente se dispute en la Pista Central. "Obviamente, no he hecho mucho en la última semana... sólo trato de hacer lo que puedo, de seguir progresando cada día. Si hay tiempo suficiente o no, no lo sé, pero lo estoy intentando", declaró Murray el sábado tras su entrenamiento.
"Hay riesgos asociados a lo que intento hacer y estoy dispuesto a asumirlos para intentar jugar. Así que sí, ya veremos qué pasa". Su incertidumbre sobre su estado físico se reflejó en sus palabras: "Necesito poder moverme bien, cosa que todavía no puedo, así que veremos en 48 horas más o menos. No sé, es difícil saber cómo va a evolucionar".
La decisión de Murray de seguir adelante a pesar de las dificultades y los riesgos involucrados muestra su tenacidad y amor por el juego. Para muchos aficionados, verlo competir una vez más en Wimbledon sería un tributo apropiado a su carrera ilustre. La situación actual, sin embargo, deja en vilo tanto a Murray como a sus seguidores, mientras todos esperan ver si puede superar este último obstáculo y dar un último espectáculo en el césped sagrado de Wimbledon