Jannik Sinner y
Carlos Alcaraz han librado batallas titánicas en la pista durante los dos últimos años, ya sea en Grand Slam, Masters 1000 u otros torneos. Pese a ello, su relación fuera de la pista es notablemente buena.
“Dije en el US Open que le veo más que a mi madre, la verdad”, comenzó Alcaraz en una conversación con
CNN. “Pero no, nunca me canso de verlo. Es bueno y malo, ya sabes, un poco de ambas cosas. Pero no, estamos muy contentos de vernos.”
Su relación va más allá del tenis. “Cuando entrenamos juntos o nos cruzamos en el vestuario, es genial”, admitió Sinner.
“Es natural que cada vez nos conozcamos mejor. Hablamos de la familia y de la vida en general, y compartimos cosas personales también; está muy bien. Así que no creo que haya cambiado mucho; simplemente ha mejorado porque ahora nos conocemos más a fondo.”
“Rivalidad” fuera de la pista
La ‘rivalidad’ en la pista es evidente para todos cuando se enfrentan por los títulos más importantes. Sin embargo, fuera de la pista Alcaraz no los ve como rivales, solo cuando compiten.
“Creo que la palabra ‘rivalidad’ se aplica al ámbito profesional, a la parte tenística. En la pista, intentamos encontrar las debilidades del otro. Pero cuando nos damos la mano y salimos de la pista, somos totalmente distintos. A veces nos olvidamos de la rivalidad que tenemos en el circuito y volvemos a ser personas. Creo que eso es bueno, y eso es lo que ‘rivalidad’ significa realmente para mí.”
Además de su pulso en el tenis, disfrutan de otras actividades deportivas juntos, como esquí, golf y karts. Alcaraz ha zanjado los rumores de rivalidad en esas disciplinas. “No, no, no. Ya dije que en esquí no hay ninguna posibilidad. ¡En karts tampoco!”, dijo entre risas.
“La diferencia en esquí entre nosotros es la misma que en golf”, replicó Sinner. “En karts, no lo sé; quizá está más igualado. Pero sí, en deportes como el esquí o el golf, la brecha es más o menos la misma. O quizá has tomado clases en secreto en las pistas de esquí, no lo sé.”
Alcaraz se guardó sus cartas. “No voy a decir nada sobre mi nivel de esquí ahora mismo. En karts, eso sí, me está destrozando. Pero al menos puedo competir sin lesionarme. Podemos divertirnos con eso”, comentó.
A por el título y el número uno
Ambos han viajado a Turín con una idea fija: levantar el trofeo, con el número uno del ranking en juego. Preguntado por cuánto pesa esta semana ganar el título y mantener el número uno, Alcaraz respondió: “Ambas cosas. Obviamente, necesito un resultado realmente bueno aquí si quiero acabar como número uno, así que para mí los objetivos son básicamente los mismos ahora mismo.”
Aunque antes restó importancia a la pelea por el número uno, Sinner mantiene intacta la motivación por recuperar el trono y todo lo que ello conlleva. “Sí, ha sido un año diferente para mí, con situaciones poco habituales”, dijo Sinner. “Hay sin duda motivación y presión extra, pero también es un privilegio estar en esta posición. Sería algo muy especial terminar el año con una victoria o un gran trofeo. Pero tampoco puedes olvidar cómo ha ido la temporada, todo lo que ambos hemos logrado en los dos últimos años. Ha sido otro gran año.”
Sinner puntúa el pelo de Alcaraz
No todo lo que se habla de Alcaraz es tenis. Desde el US Open, mucho ha sido sobre su pelo. Desde rapárselo antes de su triunfo en Flushing Meadows a teñirlo de rubio y luego de plateado. Ha pasado por mucho últimamente, y a Alcaraz le gusta. “Solo dos cambios… bueno, ¡en realidad tres! Mi equipo está asustado por el año que viene. Pero este año ha ido muy bien con los cambios. Si algo funciona, ¿por qué lo voy a cambiar?”, dijo Alcaraz con una sonrisa.
Sinner lo resumió en dos palabras: “Increíble. Inesperado.” Él no contempla cambiarse el peinado en breve, sin inspirarse en el español. “Sinceramente, estoy bien con este pelo despeinado. Pero a él le queda genial, le sienta muy bien. Me gusta así, sobre todo con el blanco y negro.” Los colores, además, coincidían con otra cosa. “También está bien porque estamos en Turín: puedes animar a la Juventus”, bromeó Sinner. Alcaraz lo cayó en la cuenta y se rió: “La verdad, ni siquiera lo había pensado.”
Mientras fuera de la pista mantienen una buena sintonía, su célebre rivalidad puede volver a activarse en las
ATP Finals. Ambos han empezado ganando y vuelven a ser favoritos en una gran cita.