Sorana Cirstea se sinceró sobre sus sentimientos acerca de ser la número 1 rumana en medio del juicio por dopaje de
Simona Halep, justo antes de que se revelara que esta última sería expulsada del deporte durante cuatro años.
Cirstea ha realizado una sólida carrera en el US Open de este año, derrotando en sets corridos a Belinda Bencic, decimoquinta cabeza de serie, y a Elena Rybakina, número 4 del mundo, en la tercera ronda. La jugadora de 33 años alcanzó los cuartos de final en Flushing Meadows por primera vez en su carrera y por primera vez en un grande desde 2009.
Mientras tanto, su compatriota y ex número 1 del mundo Halep esperaba el veredicto sobre su caso relativo a dos infracciones antidopaje. La primera se produjo en octubre del año pasado, tras dar positivo por la sustancia prohibida roxadustat en el US Open de 2022. Halep, de 31 años, fue acusada de otra infracción en mayo por irregularidades en su pasaporte biológico.
El tribunal se retrasó varias veces, lo que llevó a Halep y a otros a criticar a la Agencia Internacional para la Integridad en el Tenis (ITIA) por su gestión del caso. Luego, una vez celebrado el tribunal, el veredicto también se retrasó. Durante este tiempo, Cirstea regresó a Rumanía del US Open y fue recibida por periodistas que le preguntaban por la situación.
Cirstea se solidariza con Halep durante la larga espera
Cirstea, actual número 26 del mundo, se sinceró sobre las difíciles emociones asociadas a convertirse en la número 1 rumana en ausencia de Halep.
"Nunca fue un objetivo (ser la número 1 rumana) y sobre todo la situación en la que se ha producido no es agradable. Simona no puede jugar. Nunca pensé en ser la primera rumana, sobre todo porque jugamos a nivel internacional. No era un objetivo, pero estoy contenta de poder ayudar al tenis rumano, aunque sea un bonito resultado", declaró.
También expresó su apoyo a Halep en medio de los retrasos, afirmando que la gestión del caso "no era normal".
"Todo lo que está ocurriendo no es normal, de lo contrario Simona ya estaría aquí. Nadie ve normal este retraso y nadie puede entender lo que está pasando con su caso. Es normal, estamos juntos en este deporte. No es normal que se tarde tanto en juzgar y en tomar una decisión.
"Esta espera es extremadamente dura, no quiero ni ponerme en su lugar. Espero de todo corazón que se resuelva pronto", dijo.
Poco después de que Cirstea hablara con los periodistas, se anunció el veredicto sobre Halep. Sin embargo, no fueron buenas noticias para la jugadora, ya que se le impuso una sanción de cuatro años por dopaje.