La ucraniana
Marta Kostyuk logró una destacada victoria en la segunda ronda del
Masters de Roma ante
Daria Kasatkina, en un duelo con un componente simbólico añadido tras el saludo final entre ambas. “Dasha” ha cambiado recientemente su nacionalidad para competir bajo la bandera australiana.
Desde el estallido de la guerra con Rusia, las tenistas ucranianas han optado por evitar el tradicional apretón de manos con sus contrincantes rusas. Elina Svitolina y Marta Kostyuk han sido algunas de las voces más firmes en denunciar el conflicto, rechazando cualquier gesto de cortesía con jugadoras de Rusia o Bielorrusia mientras dure la invasión.
La decisión de Kostyuk de no saludar a Aryna Sabalenka, quien la esperaba en la red tras un duelo en Roland Garros, generó una gran controversia. El público incluso abucheó a la tenista de Kiev por su actitud, lo que se repitió en sus siguientes cruces con rivales de esos países, incluidos tres enfrentamientos con Kasatkina. “Desde que comenzó la guerra, decidí no dar la mano a jugadoras rusas o bielorrusas como acto de rechazo a la agresión rusa”, declaró.
“Pero cuando alguien no solo dice la verdad —llamando agresor a Rusia—, sino que actúa en consecuencia, merece respeto”, añadió. Kasatkina ha manifestado su oposición a la guerra de forma clara y ha tomado la drástica decisión de renunciar a su nacionalidad deportiva rusa. “Eso requiere valentía, y lo reconozco”, afirmó Kostyuk.
Durante el mismo Abierto de Francia en 2023, días después de aquel episodio, Kasatkina se midió con Svitolina. Al concluir el encuentro, la rusa alzó el pulgar desde la red, respetando así la postura de su rival, quien más tarde agradeció públicamente ese gesto.
Actual número 15 del ranking WTA, Kasatkina ha expresado en múltiples ocasiones su rechazo al conflicto entre Rusia y Ucrania. Además, poco antes de que Moscú intensificara su represión contra el colectivo LGBTQ+, la jugadora hizo pública su orientación sexual. Tras tres años sin regresar a su país, decidió adoptar la nacionalidad australiana, y desde hace semanas compite bajo esa bandera.
“Hay quienes dicen que el deporte debe mantenerse al margen de la política”, apuntó Kostyuk, ya clasificada para la tercera ronda. “Pero esto no tiene que ver con ideologías: se trata de humanidad. Cuando tu nación está siendo atacada por un invasor, guardar silencio se siente como una forma de complicidad. Como atleta, defiendo el respeto y la competencia justa, pero esos valores pierden sentido si no trascienden la pista”.
“Espero que esta no sea la última acción, sino parte de un compromiso más profundo. Estoy con Ucrania. Defiendo la verdad, la dignidad y a quienes deciden alzar la voz cuando lo más sencillo sería callar”.