Precioso momento personal de Victoria Azarenka compartido en sus redes sociales

WTA
jueves, 08 mayo 2025 en 16:00
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La ex número uno del mundo, Victoria Azarenka, ha compartido un emotivo mensaje sobre su hijo. La tenista, de 35 años, participa actualmente en el Masters de Roma, donde se clasificó para los octavos de final tras vencer en sets corridos a Camila Osorio por 6-2 y 6-3.
Con esta victoria, se avecina un interesante duelo de segunda ronda entre Azarenka y la polaca Magdalena Frech. Será el segundo enfrentamiento entre ambas en el circuito profesional. En el anterior, disputado en la primera ronda del Abierto de Catar en 2024, Azarenka se impuso por 6-3, 3-6 y 6-3.
Ganadora de dos títulos de Grand Slam, Azarenka publicó un sentido mensaje en su cuenta oficial de la red social X —antes conocida como Twitter—, en el que expresaba sus emociones al ver una fotografía de su hijo Leo, que le evocó todos los momentos compartidos con él a lo largo de los años. La imagen, afirmó, le recordó la importancia de “reconectar con una versión de ti misma que te dé un soplo de aire fresco”.
"Cuando vi esta foto de mi hijo Leo hoy, algo en mí se removió, algo que no sentía desde hace mucho tiempo", escribió. "Fue como regresar a la infancia, a esa sensación fugaz y mágica de ser joven, salvaje y verdaderamente libre. Hay algo en la forma en que se asoma a la ventana —con el pelo revuelto por el viento, los ojos cerrados, la lengua afuera, sintiendo el momento sin preocuparse por nada— que me detuvo en seco. Me recordó una época en la que la vida se sentía más liviana. Cuando el mundo no pesaba sobre mis hombros. Cuando la felicidad venía de las cosas más pequeñas y sencillas, y la alegría no era algo que se perseguía, sino que simplemente existía en el presente".
Continúa escribiendo: "No estoy segura de cuándo fue la última vez que me sentí así, y sin embargo, a través de Leo, lo veo con total claridad. Él es mi recordatorio. De que a veces está bien dejarse llevar. De que no todo tiene que ser tan pesado. De que todavía hay maravillas en este mundo, incluso en algo tan pequeño como el viento en la cara. Verlo tan puro —sin filtros, sin miedo— me hizo darme cuenta de cuánto deseo volver a sentirme así. Vivir con esa misma libertad, sin las ataduras de las expectativas, la presión o el constante zumbido del 'qué vendrá después'. No se trata de ser imprudente ni de olvidar las responsabilidades. Se trata de reconectar con esa versión de uno mismo que respira aire fresco, la que cree en la alegría por la alegría misma. Eso es lo que Leo me da. Y quizá, solo quizá, eso es lo que yo también quiero volver a darme a mí misma".
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