Con los recientes acontecimientos que rodean a EE.UU. y Ucrania, los tenistas ucranianos regresan a EE.UU. en las próximas semanas para jugar en Indian Wells y Miami quizás con preocupaciones por su propia seguridad tras las recientes reuniones entre Trump y Zelensky.
Presidente Trump ha estado presionando a Ucrania a renunciar a algunos de sus recursos minerales a cambio de seguir apoyándolos en su guerra contra Rusia. Zelensky se fue sin llegar a un acuerdo y JD Vance, vicepresidente sermoneó al primero por su falta de gratitud hacia EE.UU. y fue advertido. "Usted no tiene las cartas", dijo Trump. "O haces un trato o estamos fuera".
Así que volviendo al tenis, Elina Svitolina y compañía se dirigirán a Indian Wells y Miami bajo una nueva incertidumbre en sus mentes pensando que Zelensky está haciendo todo lo posible por dar un paso adelante mientras que tampoco cuenta con el gobierno que vio cómo Estados Unidos se convertía en un refugio seguro en años anteriores para ellas.
"Estados Unidos lleva mucho tiempo ayudándonos. Nuestro gobierno está trabajando muy duro para seguir encontrando las vías, las soluciones para las decisiones. Lo están intentando todo y quizá encuentren otras vías, otros aliados o algo. Esperamos lo mejor", declaró Svitolina a The Athletic desde su casa de Mónaco.
"Vivimos con retos inimaginables, con presión y sin saber qué pasará mañana".
"Ahora mismo, siento que estamos aún más unidos porque sentimos que Estados Unidos no nos está ayudando mucho en las últimas semanas".
"Así que tenemos que unirnos, tenemos que ayudarnos unos a otros, por el país que amamos. Trump acaba de empezar y ya ha tomado muchas decisiones que realmente perjudican a los ucranianos. Estoy muy triste por toda la gente inocente".
El tenis lleva tiempo fracturado en este sentido. La mejor jugadora femenina es la bielorrusa Aryna Sabalenka, que es un producto comercial en alza también fuera del deporte, pero no puede representar a su propio país.
Mirra Andreeva y Andrey Rublev ganaron sendos títulos la semana pasada y, aunque se puede percibir que tienen opiniones diferentes, ya que la segunda pide que cese la guerra y el primero ha sido acusado por Dayana Yastremska de gustarle el contenido basado en Putin, ambos tampoco pudieron representar a su nación.
Daria Kasatkina vive casi en el exilio lejos de su tierra natal tras condenar la guerra en Ucrania y también salir del armario como homosexual. Pero aun así sigue sin poder representar a su nación. Aunque durante todo este tiempo, algunos han dicho que no se ha ido lo suficientemente lejos, con rusos y bielorrusos vetados en Wimbledon en 2022.
Se pidieron prohibiciones más amplias e irónicamente fue Elena Rybakina, nacida en Rusia pero que ahora representa a Kazajstán, quien se alzó con el título. Jugadores como Martina Navratilova, Novak Djokovic y Rafael Nadal condenaron la prohibición. Aunque ha habido opiniones divergentes sobre la norma de no estrecharse la mano. Los jugadores han sido abucheados y se han producido incidentes como el de Sabalenka de pie en la red esperando a sabiendas de que no iba a recibir un apretón de manos.
El sentimiento ruso también volvió a la palestra la semana pasada, cuando Daniil Medvedev acusó a la árbitro de ser antirrusa. Andreeva adoptó una postura equilibrada ante la polémica sobre el sentimiento no bélico de Rublev, admitiendo que no es decisión suya llevar o no una bandera a su nombre: "Yo diría que no puedo hacer nada. No depende de mí. Lo que tenga que pasar, pasará", declaró.
Sin embargo, Svitolina ha recuperado la mejor forma de su carrera y Marta Kostyuk, en particular, ha forjado su camino hacia los escalones más altos del juego. Sin embargo, antes de Indian Wells y Miami, se avecina una nueva lucha para un grupo de jugadoras que no dejan de luchar.