Mirra Andreeva está disputando esta semana el
Stuttgart Open y ha hablado sobre su presente y la clave de su tenis, justo cuando su carrera parece estar despegando.
Ganó en Dubái e Indian Wells de forma consecutiva, y solo fue frenada en Miami por otra candidata a mejor jugadora de la temporada, Amanda Anisimova. Ahora se lanza a la temporada de tierra batida, superficie en la que los aficionados comenzaron a conocerla hace unos años.
Debutó en el Abierto de Madrid con apenas 15 años y ahora, a punto de cumplir 18, ha dado una respuesta brutalmente honesta sobre cómo ha logrado encontrar el equilibrio en la pista.
Afirma que la gran diferencia es que ha aprendido a no venirse abajo durante los partidos y que ahora se siente muy feliz. Haber encontrado ese punto medio la ha llevado a mostrar su mejor nivel hasta ahora.
Pese a tener que enfrentarse a su hermana en un duelo sobre Marta Kostyuk, Andreeva espera dar un golpe de autoridad esta semana en su estreno luchando por el Porsche. En el torneo que toda jugadora de la WTA sueña con ganar, parte como una de las favoritas al ser una de las cuatro principales cabezas de serie.
Una nueva situación que afronta con la esperanza de que su ascenso continúe justo al cumplir los 18 años.
"Creo que cuando juego un partido o un torneo, simplemente intento salir a la pista y disfrutar de cada momento, divertirme, pero al mismo tiempo tomármelo en serio", declaró Andreeva durante la rueda de prensa previa al torneo.
"Últimamente he encontrado el equilibrio para no deprimirme ni preocuparme demasiado en la pista, pero también para tomármelo con calma y dejarme llevar. Creo que ese equilibrio me ha ayudado mucho en los últimos dos meses".