Martina Navratilova dice que "no tiene planes" de viajar a Arabia Saudí, lo que significa efectivamente que no hará ningún trabajo en las
WTA Finals. Esto se produce después de que una activista por los derechos de la mujer fuera condenada en el país del Golfo, lo que pone más de relieve la decisión de la WTA.
Según The Guardian, Manahel al-Otaibi, preparador físico, fue encarcelado durante 11 años por la lucha antiterrorista saudí en enero acusado de utilizar sitios web para "difundir o publicar noticias, declaraciones, rumores falsos o malintencionados, o similares para cometer un delito terrorista". Los saudíes acusaron a al-Otabi de abogar por la eliminación de la tutela masculina y fue detenido en noviembre de 2022, antes de la sentencia.
"Hmm", escribió al compartir la noticia antes de que le preguntaran si tenía planes de ir a Arabia Saudí. No tengo planes en este momento", bromeó. No es de extrañar, ya que Navratilova abogó en primer lugar contra la celebración de las Finales de la WTA en Arabia Saudí por los problemas de derechos humanos y LGBTQI+ que han afectado a la percepción de la región.
Otros arremetieron contra ella y Evert, incluidos los funcionarios de la embajada, que invitaron al dúo a viajar al país para comprobarlo por sí mismos. Pero parece que no aceptarán esa invitación. Unos meses más tarde, el esperado anuncio de los planes de la WTA se concretó en la firma de un acuerdo hasta 2027 para disputar las finales en Riad.