La alegría le dura poco a Emma Raducanu en el Madrid Open tras caer ante Marta Kostyuk en 2ª ronda

Las esperanzas de Emma Raducanu de reeditar en Madrid su actuación en el Miami Open se han desvanecido. La británica cayó en segunda ronda ante Marta Kostyuk por 6-4, 2-6 y 6-2.

Raducanu alcanzó los cuartos de final de un torneo WTA 1000 por primera vez en lo que fue un momento de mejora para ella, pero no repetirá la hazaña en la capital española.

Tal vez no fuera una sorpresa, ya que Raducanu admitió que aún está familiarizándose con la superficie frente a una jugadora que se desenvuelve muy bien en ella. Pero fue una batalla en toda regla.

Raducanu remontó desde el 1-3 hasta el 3-3, pero dos dobles faltas le hicieron perder de nuevo el saque. A partir de ahí, Kostyuk se hizo con el primer set.

En el segundo set, Raducanu recibió tratamiento en la muñeca derecha y empató el partido con cuatro juegos consecutivos. Sin embargo, Raducanu no empezó bien la manga decisiva, lo que marcó la pauta. Acabó perdiendo el último set con bastante comodidad, después de haber trabajado duro para llegar hasta allí en primer lugar.

Por su parte, Anastasia Potapova se impuso por 6-4 y 6-4 a la octava cabeza de serie, Zheng Qinwen. El triunfo puso fin a una racha no deseada de 0-8 contra jugadoras del Top 10 y fue su mejor victoria este año.

Sobre todo si se tiene en cuenta que la semana pasada tuvo que retirarse antes de poder jugar contra Aryna Sabalenka. Ha logrado dos impresionantes victorias en la primera ronda, ante Ashlyn Krueger, antes de convertir cinco de nueve puntos de ruptura contra la octava cabeza de serie.

"Esta victoria no me parece una locura ni algo fuera de este mundo", dijo Potapova, "sólo porque los últimos partidos que jugamos fueron una batalla, siempre con el tie-break de por medio, de más de tres horas. Quizá esto me ha dado la sensación de que estoy al mismo nivel que ella".

"Creo que es sólo la mentalidad de que puedo hacerlo. No intenté convencerme, lo sabía. Ésa fue la diferencia. En los momentos clave, no tuve miedo de golpear la pelota porque en el fondo sabía que podía ser mi partido".