Iga Swiatek consiguió remontar un partido que tenía perdido ante
Danielle Collins y sigue viva en el
Open de Australia. Sin embargo, por un momento pensó que debía hacer las maletas y volverse a casa.
Collins estuvo dos breaks arriba en el set decisivo, antes de que la polaca remontara con cinco juegos seguidos para adjudicarse el partido y Swiatek admitió que ya estaba planeando irse a casa y que se resignaba a su suerte aunque con esa lucha todavía muy presente ya que estaba dispuesta a castigar cualquier error de la raqueta de la estadounidense.
Collins rompió al principio del tercer set para ponerse 2-1 arriba y luego logró un doble break y continuó presionando con un 4-3 arriba y tres puntos de break. Pero Collins comenzó a cometer errores y pronto todo se igualó cuando un mal juego de servicio de Collins fue castigado y selló el partido con su tercera oportunidad en el drama personificado en la Rod Laver Arena.
"¡Ya estaba en el aeropuerto!", dijo Swiatek. "Quería luchar hasta el final. Sé que ella jugó perfectamente, pero sería difícil para cualquiera mantener ese nivel, así que quería estar preparada para cuando llegaran los errores del otro lado y castigarlos.
"Al final lo hice y estoy muy orgullosa de mí misma porque no fue fácil. Sentí que tenía impulso y de repente ella empezó a jugar dos veces más rápido.
"No tenía ni idea de cómo reaccionar ante eso durante un par de partidos, pero volví y pensé 'lo único en lo que puedo centrarme es en mí misma'. Dejé de preocuparme por cómo jugaba y me centré en mí".