Iga Swiatek ha expresado algo de alivio tras perder ante
Coco Gauff en las semifinales del
Cincinnati Open, afirmando que esto le da más tiempo para descansar de cara al Abierto de Estados Unidos.
Swiatek, número 1 del mundo, fue derrotado por Gauff, número 7, en una batalla a tres sets en el Western & Southern Open de Ohio. El estadounidense se impuso en el tie-break del primer set, poniendo fin a una racha de 14 derrotas consecutivas contra el polaco. Swiatek remontó brevemente el partido al adjudicarse el segundo set antes de que Gauff recuperara la ventaja y ganara el partido por 7-6(2), 3-6 y 6-4.
Esta derrota marca la primera vez en su carrera que Swiatek pierde ante Gauff y la segunda en dos semanas que la jugadora de 22 años cae en semifinales de un evento WTA 1000, tras ser eliminada del Abierto de Canadá la semana pasada por la que a la postre sería la campeona, Jessica Pegula.
Swiatek, contenta de tener unos días libres
Tras el partido, Swiatek dejó claro su cansancio y dijo que no lamentaba tanto haber perdido, ya que le daba algunos días libres y más tiempo para descansar antes del último Grand Slam del año en Flushing Meadows.
Esto se produce después de que en varios torneos recientes las jugadoras tuvieran horarios complicados, que les llevaron a jugar hasta altas horas de la noche o a disputar varios partidos el mismo día. Swiatek también ha jugado trece partidos en Europa y Norteamérica en el último mes.
"Diría que mi depósito de combustible está bastante vacío. Sinceramente, no voy a lamentarme mucho porque estoy contenta de tener días libres", dijo, antes de elogiar a su rival.
"Coco jugó un gran tenis. Creo que su primer saque fue mejor que en la mayoría de los partidos que hemos jugado entre nosotras, fue más rápido. Jugó más dentro [de la pista], aunque arriesga con esa velocidad.
"Creo que técnicamente lo hice todo bien. Me sorprendió que fallara un par de tiros. Pero son cosas que pasan. Ella hizo un buen partido, así que... No fue fácil", dijo;
Swiatek tratará ahora de defender su título en el
US Open, con la esperanza de ser la primera mujer en ganar dos títulos consecutivos en el major neoyorquino desde que Serena Williams lo hiciera en 2014.