Iga Swiatek, encantada tras su "revancha" contra Zheng Qinwen en Indian Wells

La tenista polaca Iga Swiatek se mostró encantada tras conseguir la ansiada "revancha" contra la china Zheng Qinwen en Indian Wells. La tenista de 23 años, considerada una de las mejores jugadoras de tenis femenino en la categoría individual, junto con la bielorrusa Aryna Sabalenka y la estadounidense Coco Gauff, se clasificó para las semifinales del torneo WTA 1000 de California tras derrotar a Qinwen en cuartos de final por 6-3 y 6-3 en sets corridos.

La victoria fue importante para Swiatek, ya que en el último encuentro entre ambas, que tuvo lugar en la semifinal de los Juegos Olímpicos de París en la categoría individual femenina, fue la estrella china del tenis quien se impuso en sets corridos por 6-2 y 7-5. Swiatek admitió más tarde que la derrota le había roto el corazón y que había llorado durante unas "seis horas".

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La vigente número uno del mundo ha hablado con los medios de comunicación tras el partido, donde ha admitido que estaba contenta de ganar a una rival contra la que había perdido un partido importante. La nacida en Varsovia declaró que el choque de los Juegos Olímpicos de París, disputado en la pista de tierra batida, no le ayudó y añadió que la victoria era importante porque quería demostrar al mundo que "puede hacerlo", algo que ya sabía también antes del choque olímpico.

"Seguro que sí", dijo. "Quiero demostrarme a mí misma y a todo el mundo que puedo hacerlo, y ya lo sabía antes del partido de los Juegos Olímpicos, ahora lo sé. Pero sí, no es agradable perder contra nadie, así que seguro que quieres tener un poco de, no sé, venganza, pero no es nada personal. Creo que todos los jugadores tienen ese sentimiento contra cualquiera con el que hayan perdido antes. Aparte de que éste fue el único partido que perdí contra Qinwen y quería aprender de ello, no se me pasó mucho por la cabeza. Porque sabía que era en pista dura y sabía lo que había hecho mal en los Juegos Olímpicos. Sinceramente, diría que la tierra batida no me ayudó en las Olimpiadas, porque estas bolas de efecto alto que se colocan, es mucho más fácil avanzar y jugarlas cuando sabes exactamente cómo va a botar la bola. En tierra batida, no se puede hacer eso. Seguro que entonces era complicado. Aquí pensé que iba a ser más claro, y eso es lo que pasó".