El enigma de Elena Rybakina: entre la incertidumbre y el riesgo de salir del Top 10 tras el Miami Open

Elena Rybakina ha sido una incógnita a lo largo de la temporada. Si bien la ex campeona de Wimbledon no ha tenido un rendimiento deficiente, tampoco ha alcanzado el nivel que, seguramente, esperaba de sí misma. Ahora, tras su eliminación prematura en el Abierto de Miami, la kazaja podría verse fuera del Top 10 por primera vez en mucho tiempo, al no poder defender los puntos de su destacada actuación del año pasado.

Rybakina fue finalista en las dos últimas ediciones del torneo, cayendo en ambas ocasiones ante Petra Kvitová en 2023 y Danielle Collins en 2024. Sin embargo, al no repetir esa actuación, su posición en la clasificación en vivo ya la ha relegado, al menos, hasta el noveno puesto.

Amenazas en el ranking: Navarro y Badosa al acecho

El panorama se complica aún más con la presencia de Emma Navarro y Paula Badosa, dos jugadoras que podrían desplazarla aún más en el ranking. Navarro, en particular, parece estar en mejor posición para aprovechar la situación. Si tanto la estadounidense como la española alcanzan la cuarta ronda, Rybakina caería definitivamente del Top 10.

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Por el momento, lo más probable es que Navarro descienda hasta la décima plaza, mientras Badosa sigue rondando esa zona. Navarro enfrentará a Emma Raducanu en la tercera ronda el viernes, mientras que Badosa se verá las caras con Victoria Mboko. No obstante, la española sigue siendo una incógnita debido a sus recientes problemas de espalda, lo que deja su desempeño en Miami lleno de incertidumbre.

A esta ecuación se suma Diana Shnaider, cuya sorprendente victoria en el torneo podría agravar aún más la caída de Rybakina. Por otro lado, la derrota de Daria Kasatkina ante Hailey Baptiste le dio un pequeño respiro, pero su situación sigue siendo delicada.

Una caída abrupta en el ranking y la presión de la gira de arcilla

Rybakina tampoco tiene programada su participación en Stuttgart, lo que le restará otra oportunidad de sumar puntos clave. A esto se suma que Karolína Muchová, otra rival directa, apenas compitió en tierra batida el año pasado, lo que también podría influir en la clasificación. Para una jugadora que hace apenas un año peleaba con Aryna Sabalenka e Iga Świątek por la supremacía en la WTA, la caída en el ranking resulta impactante.

El declive de Rybakina no es casualidad. A finales de la temporada pasada, se vio obligada a reducir su calendario debido a problemas de salud y lesiones. Aunque logró títulos en Abu Dhabi y Stuttgart, su 2024 ha estado marcado por retiradas y enfermedades. Además, la controversia en torno a su entrenador, Stefano Vukov, ha añadido un elemento de distracción: el croata, con quien trabajó durante años, fue sancionado por la WTA tras una investigación.

Durante su reciente derrota ante Ashlyn Krueger, muchos señalaron que Rybakina lucía tensa, probablemente afectada por todo lo que ha sucedido fuera de la cancha. Con la gira de arcilla en el horizonte, y la Copa Billie Jean King como próximo gran reto, la kazaja necesita respuestas inmediatas para evitar que su crisis deportiva se profundice.

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