La prodigiosa tenista filipina Alexandra "Alex" Eala ha sido vista durante mucho tiempo como una de las mayores promesas del deporte filipino. En 2025, convirtió esa promesa en un año revelación, escalando 80 puestos en el ranking de la Asociación de Tenis Femenino (WTA) e inscribiendo su nombre en la historia del tenis. Desde las primeras dificultades en el circuito hasta las victorias emblemáticas en los escenarios más grandes, su ascenso refleja no solo talento, sino también perseverancia y resiliencia.
Hoy, la filipina de 20 años venció a la bielorrusa Aliona Falei 6-3, 7-5 en la primera ronda del torneo Jingshan 125, una victoria que le permitió igualar su mejor clasificación mundial de número 56. Para una jugadora que comenzó el año fuera del Top 130, el logro es otro hito en lo que se ha convertido en una temporada revelación para el tenis filipino.
Inicio lento en los primeros meses
Eala comenzó el año clasificada fuera del top 130 mundial, situándose en el número 138 en la primera semana de enero. Mostró destellos de forma al llegar a las semifinales en el International de Canberra, pero su campaña en el Abierto de Australia terminó en las rondas de clasificación. Febrero proporcionó más de lo mismo: resultados constantes pero no espectaculares, ya que fluctuó entre el número 137 y el número 139. Para muchos jugadores jóvenes, esta etapa de la temporada es de construcción de ritmo y confianza. Eala, sin embargo, se estaba preparando para algo más grande.
Magia de marzo en Miami
Su irrupción llegó en el Abierto de Miami en marzo. Entrando como una outsider, Eala sorprendió al mundo del tenis con victorias sobre las campeonas de Grand Slam Jelena Ostapenko, Madison Keys, e incluso la número 2 del mundo Iga Swiatek. Esa carrera en las semifinales, histórica como la primera de una filipina en un evento WTA 1000, la catapultó al escaparate global. En solo dos semanas, su ranking se disparó desde el número 140 al número 75, marcando su entrada en el Top 100 de la WTA por primera vez. Fue un momento decisivo, tanto para Eala como para Filipinas, donde el tenis rara vez acapara el centro del escenario.
Desafíos en la temporada de arcilla, glorias en hierba
El swing europeo de arcilla le aportó valiosa experiencia, si no profundos avances en los torneos. Eala llegó a la Ronda de 64 en Madrid antes de caer ante Swiatek, luego sufrió salidas tempranas en el Abierto de Italia y el Abierto de Francia. Aun así, se mantuvo firme dentro del Top 70, fluctuando entre el número 69 y el número 73. De manera significativa, Roland Garros le proporcionó un debut en el cuadro principal en París, un paso hacia el establecimiento de ella misma en cada Grand Slam.
La temporada de hierba resultó crucial. En Eastbourne en junio, Eala rompió nuevos terrenos al avanzar a su primera final de la WTA. Aunque finalmente cayó en el partido por el campeonato, la carrera fue suficiente para empujarla a un máximo histórico de número 56 en el mundo el 30 de junio. Para el tenis filipino, su finalista fue un momento de inflexión, demostrando su capacidad para pelear profundamente en los torneos de alto nivel. Las actuaciones en los cuartos de final en Nottingham e Ilkley refuerzan su adaptabilidad, aunque su debut en la cancha central de Wimbledon terminó en una difícil derrota en la primera ronda. Salidas tempranas adicionales en julio mantuvieron su ranking alrededor del número 65, pero Eastbourne ya la había marcado como una contendiente en ascenso en el tour.
Lesión, resiliencia y primer título
En agosto, una lesión en el hombro la obligó a retirarse de los Abiertos de Cincinnati y Monterrey. La ausencia provocó un resbalón en los rankings, bajándola al número 75 a finales de mes. Sin embargo, la decisión de priorizar la recuperación valió la pena, asegurando que ella volviera a estar en forma para la recta final de la temporada. Septiembre fue un mes de avances. En el US Open, Eala logró su primera victoria en el cuadro principal de un Grand Slam, un logro que subrayó su capacidad para desempeñarse bajo presión. Poco después, ganó el título Guadalajara 125, su primero en el nivel WTA 125, que la hizo recuperar su lugar en el Top 60.
Para el 22 de septiembre, estaba clasificada como la número 58, completando un sorprendente ascenso de nueve meses de 80 puestos desde enero. La victoria en Jingshan asegura que la tendencia continuará, elevándola de nuevo al número 56 y alcanzando su mejor ranking de carrera. Como la cabeza de serie número 1 del torneo, ahora dirige su atención a su oponente japonesa Mei Yamaguchi mañana, una oportunidad para mantener su racha viva y potencialmente romper nuevos récords en los rankings.