Jennifer Brady reveló los difíciles momentos que vivió tras quedar apartada del circuito de la WTA durante dos años por culpa de las lesiones. La tenista estadounidense demostró su potencial para ser una jugadora de talla mundial en 2020 y 2021. Alcanzó las semifinales del US Open y la final del Open de Australia, perdiendo en ambas ocasiones ante Naomi Osaka, que se hizo con los dos títulos.
Las lesiones mermaron la capacidad de Brady para mantener la regularidad en 2021, lo que acabó por apartarla del circuito de la WTA. Su regreso se produjo en el Open de Washington WTA 500 tras su prolongado paréntesis. Brady compartió los retos a los que se enfrentó durante su tiempo alejada del deporte: "Si alguien me hubiera dicho: 'Vas a estar dos años de baja', habría hecho algo: buscar trabajo, volver a estudiar, todo eso. Sentía que mi vida no tenía sentido porque sólo estaba jugando a la espera", escribió en un artículo para Eurosport.
"No podía hacer mucho físicamente, así que intentaba encontrar cosas para matar el tiempo y hacer que los días pasaran. Es un poco triste ahora que hablo de ello", añadió. Brady también confesó que, a pesar de los contratiempos de las lesiones, luchó mucho para volver a la gira. "No quería arrepentirme de nada. Si hubiera dicho 'esto no funciona, quizá vuelva a estudiar', también habría acabado sintiendo '¿y si...? No puedes vivir así. Tienes que comprometerte y confiar en el proceso", escribió.
"Sólo quería jugar al tenis. Es lo que soy. Es mi identidad", añadió. "El mundo del tenis es como una pequeña burbuja. En cuanto pierdes, estás fuera del torneo y reservas un vuelo para el día siguiente. Te vas al siguiente torneo y estás en ese ciclo de hacer lo mismo una y otra vez sin dar un paso atrás ni mirar desde fuera y pensar: 'Vaya, la vida que llevamos es increíble'", explicó Brady.
"Algunos nos quejamos de cosas que en realidad no son para tanto. Las cosas son mucho más difíciles en el mundo real. No quiero formar parte del mundo real. Somos flexibles en nuestro trabajo, tenemos nuestros propios horarios y estamos al mando, somos nuestras propias jefas y nos sentimos muy privilegiadas por hacer lo que hacemos", concluyó.