Una leyenda del tenis revela el secreto de por qué Carlos Alcaraz es tan bueno en tierra batida: "Esa es la clave"

Desde el otro lado del océano y con la autoridad de quien ha sido número uno del mundo, Jimmy Connors ha querido dejarle un mensaje a Carlos Alcaraz. Un consejo simple, casi primitivo en su forma, pero lleno de sabiduría: “Sigue machacando”.

A sus 72 años, el legendario tenista estadounidense observa con atención al joven prodigio español, que con apenas 21 años ya se ha consolidado como uno de los grandes del circuito masculino, junto al italiano Jannik Sinner. En estos días, Alcaraz pisa con fuerza en su superficie favorita: la tierra batida.

Viene de conquistar el Masters de Montecarlo con una actuación imponente en la final ante Lorenzo Musetti (3-6, 6-1, 6-0), y ahora vuelve a brillar en casa, en el Open de Barcelona. En semifinales, despachó al francés Arthur Fils por 6-2 y 6-4, y ya espera rival para una nueva final ante su público.

En este contexto, Connors fue citado en un reportaje donde dejó clara su admiración por el murciano y, al mismo tiempo, compartió lo que él considera la clave del éxito duradero, especialmente en tierra batida.

“Sigue luchando, porque cuando lo haces, el mejor jugador –no siempre, pero la mayoría de las veces– acaba encontrando la manera de ganar incluso cuando está al 70 u 80%”, dijo el estadounidense. “Esa es la clave. No puedes jugar siempre al 100%. Los grandes convierten partidos en los que no se sienten bien, o en los que su juego está desajustado, en victorias. Eso es lo que hace a un gran jugador en mi opinión. Y Carlos tiene esa capacidad”.

Para Connors, la arcilla representa más que una superficie: es un terreno de batalla donde se mide el temple, la resistencia y la creatividad. “Está en una zona de confort en tierra batida. No es que no lo esté en otras superficies, porque ya ha ganado otros Grand Slams. Pero la tierra, de cara a Roland Garros, Wimbledon y el US Open, puede ser su trampolín”.

Y concluye con una previsión que suena casi a profecía: “Una vez que llegue a Francia, tendrá por delante tres o cuatro meses de tenis exigente en los grandes escenarios. Si llega en racha a ese tramo, puede ser simplemente espectacular”.