Felix Auger-Aliassime dejó la pista en Turín hablando menos de la victoria y más de claridad. Tras resistir a Ben Shelton en una tensa batalla por 4-6, 7-6(7), 7-5 en las
ATP Finals, el canadiense reflexionó sobre cómo la compostura y la disciplina son ahora los pilares de su juego. El partido, cargado de potentes saques y resuelto por márgenes mínimos, se convirtió en una prueba de temple — una prueba que Auger-Aliassime se enorgulleció de superar.
Reconoció que la clave no fue la potencia, sino la paciencia. En lugar de dejarse arrastrar por la emoción, el jugador de 25 años se centró en mantenerse equilibrado. “Confiaba en mí para mantener la calma bajo presión, mantener la disciplina y tomar las decisiones correctas”, explicó. “Cuando se decidió en los últimos puntos de cada set, solo intenté elegir la jugada adecuada en el momento adecuado”.
Esa mentalidad no surgió de la noche a la mañana. La serenidad de Auger-Aliassime en Turín es el producto de meses de trabajo en respiración, meditación y enfoque mental — prácticas que, dice, le permiten competir con propósito y no por impulso. “Mucho trabajo detrás de escena”, afirmó. “Mucha respiración, meditación, intentar mantenerme lo más sereno posible bajo presión y tener las ideas claras”.
Disputa su segunda participación en las ATP Finals, tras caer en la fase de grupos la vez anterior. Esta semana, sin embargo, se percibe distinta. Los números lo avalan — 80% de primeros saques dentro, 77% de puntos ganados con ese primer servicio —, pero solo refuerzan lo evidente. Hay ahora una estabilidad en su porte que refleja la precisión de su tenis. Mientras se prepara para enfrentar a Alexander Zverev, el plan de Auger-Aliassime sigue siendo simple: mantener la compostura, mantener la claridad.
“Todos nos nublamos cuando irrumpen las emociones”
En un deporte regido por la adrenalina, Auger-Aliassime habla de la emoción con una desapego poco habitual. “Somos humanos”, dijo. “En algún momento, las cosas se nublan cuando entran las emociones. Pero cuando puedes mantener la mente clara, es cuando juegas tu mejor tenis”.
Esa capacidad de reiniciar mentalmente ha definido su forma en el tramo final de la temporada. El canadiense suma ya 40 victorias en pista dura este año, el segundo mejor registro del circuito tras Alex de Minaur. Más aún, ha vuelto a encontrar disfrute en el ritmo de la competición — liberado de la expectativa y motivado por el crecimiento personal. “No siempre sale a tu favor”, admitió, “pero al menos me voy sin remordimientos”.
Dentro de la pista, esa claridad se traduce en simplicidad. Habla más de “ejecutar bien” y “mantenerse fiel al plan” que de cualquier otra cosa. Las palabras pueden sonar rutinarias, pero reflejan una evolución profunda. Para un jugador que antes alternaba ráfagas de brillo y frustración, el equilibrio es ahora su mayor arma. “Si soy capaz de mantenerme claro con el plan de juego, ejecutando bien”, dijo, “entonces me voy de la pista sin arrepentimientos”.
“Solo hay que luchar, creer y jugar el siguiente punto de la manera correcta”
Al reflexionar después con ATP Media, Auger-Aliassime ofreció una lectura técnica del partido y de cómo le dio la vuelta. “Él estaba jugando mucho mejor que yo al principio”, señaló. “No es habitual que me rompan dos veces en el primer set bajo techo… Fue un inicio extraño, pero a medida que avanzó el partido fui encontrando formas de meter las devoluciones en pista. Una vez que entrábamos en los peloteos, sentí que podía ganar más. Solo hay que luchar, creer y jugar el siguiente punto de la manera correcta”.
Ajustes que subrayan no solo su lucidez táctica, sino también su templanza — la misma calma que ha marcado su éxito histórico en indoor. Ningún jugador en activo ha ganado más partidos en pista dura bajo techo que Auger-Aliassime en la última década (84). Aun así, las cifras no capturan por completo la transformación que le permite rendir cuando los partidos se aprietan. “Me sentí muy bien físicamente. Recuperamos bien, hicimos lo correcto”, dijo. “Hay que darle crédito a él — siguió sacando de maravilla. Cuando el rival juega así, hay que reconocérselo, pero también a mí por mantenerme frío”.
El próximo reto de Felix será Zverev, con quien mantiene un cara a cara (H2H) de 3-6. Sin embargo, su último cruce —hace un par de meses en el US Open— cayó del lado de Auger-Aliassime, en medio de su mejor actuación en un Grand Slam, donde alcanzó las semifinales. No obstante, el alemán domina sus dos duelos previos en pista dura indoor (Colonia 2020, final; Viena 2021, cuartos de final).