Informes procedentes del Reino Unido sugieren que
Wimbledon podría revertir este año la prohibición impuesta a los jugadores rusos y bielorrusos, aunque todavía no es oficial.
Elina Svitolina espera no lo sea mientras la guerra continúa.
La ucraniana fue una de las pocas jugadoras que elogió la prohibición por considerarla necesaria debido a lo que estaba ocurriendo en su país. No fue tan dura como algunas de sus colegas, como Marta Kostyuk, pero su línea no fue compartida por muchos profesionales del tenis.
"Lo que hizo Wimbledon el año pasado (prohibir la entrada a jugadores de Rusia y Bielorrusia) fue una decisión acertada. Si se ha cambiado este año, es muy triste, porque la guerra sigue siendo terrible, el ejército ruso sigue matando a mucha gente inocente. No es juego limpio", comentó al respecto.
Svitolina argumenta que en Ucrania muchos deportistas no pueden ejercer sus profesiones por culpa de la guerra:
"Creo que sólo hay un lugar donde solía entrenar que siga funcionando. Al lugar donde más entrenaba le voló el techo un misil. Nuestro deporte ha retrocedido al menos diez años. Nuestros atletas no pueden entrenarse adecuadamente, y hay 150 atletas que han muerto luchando en el frente. Es obvio que no son condiciones justas".
Los dos jugadores mejores jugadores ucranianos en la actualidad, Alex Dolgopolov y Sergiy Stakhovsky, han sido llamados por el ejército.
"La guerra ha acercado a los jugadores ucranianos", afirma. Y todos estamos de acuerdo en que no es justo para nosotros que ellos (los de Rusia y Bielorrusia) sigan adelante. Otros deportes, los olímpicos, no permiten competir a los deportistas rusos, sólo el tenis les permite entrar y no sé por qué es así".