Reilly Opelka fue desacreditado por la ATP en su versión de los hechos presentada ante los tribunales, ya que el estadounidense declaró que el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, había dado instrucciones a un jugador para advertirle sobre la pérdida de pensiones y los gastos legales si continuaban con la demanda de la
PTPA.
La ATP negó haber enviado tal mensaje, aunque no negó haber informado al Consejo de Jugadores sobre un estatuto de transferencia de honorarios que imputa al miembro los gastos legales de una demanda infructuosa. Esto indica que parte de la declaración fue considerada cierta.
En una carta dirigida al tribunal, el abogado de la ATP, Brad Ruskin, no fue indulgente con Opelka. La carta fue publicada por Daniel Kaplan en su Substack, quien fue el único periodista presente en la primera audiencia del caso ATP contra PTPA.
"La repetición de falsedades por parte del Sr. Opelka pone de manifiesto el problema que representa la información de segunda mano (procedente de una fuente no identificada) y la razón por la que no puede servir de base para restringir el discurso de la ATP. El hecho de que la declaración del Sr. Opelka no mencionara al Sr. Gaudenzi socava aún más su credibilidad y la fiabilidad de sus alegaciones, realizadas ante el tribunal por primera vez en relación con el Sr. Gaudenzi."
Su credibilidad quedó aún más cuestionada al decidir no asistir a la audiencia para testificar en persona, alegando que estaba compitiendo en Barcelona. Afirmó que al día siguiente jugaría un torneo, pero en realidad no tenía previsto disputar su primer partido hasta al menos tres días después.
Los demandantes argumentaron que Opelka debía "estar en Barcelona el 11 de abril para competir en el Open de Barcelona" e insinuaron que la ATP estaba tomando represalias contra él al obligarlo a no jugar, "perder el dinero del premio y arriesgarse a perder puntos en la clasificación". Sin embargo, durante la audiencia, el abogado se retractó afirmando: "Mañana juega un torneo". Como Opelka admitió durante el interrogatorio, su primer partido no estaba previsto hasta el 14 de abril, como muy pronto.
Por otra parte, la PTPA recurrió a numerosos argumentos ya conocidos sobre presiones ejercidas sobre los jugadores para que no firmaran demandas, así como las amenazas que recibieron.
"Pampoulov (un director del Consejo de la ATP) admitió que, al acercarse a uno de esos jugadores, Sascha Zverev, en su suite privada, le pidió que firmara la declaración en ese mismo momento —incluso proporcionándole un bolígrafo— a pesar de saber que Zverev no había estado presente en la reunión plenaria cuando se discutió esta declaración con los miembros del Consejo de Jugadores."
"Prohibiciones, pérdida de pensiones, costes legales, ostracismo, presión privada: todas estas son herramientas que esgrime la ATP."
Estas declaraciones ahora serán evaluadas por la jueza Margaret Garnett, quien espera tomar una decisión esta semana. Sin embargo, esto representa solo el inicio de lo que será un caso judicial de largo recorrido.