Este sábado 1 de marzo nos espera una final apasionante en el Torneo de Dubái 2025. El griego Stefanos Tsitsipas busca su primer título en un 500 tras 11 intentos fallidos. Por su parte, Felix Auger-Aliassime está a la caza de un tercer trofeo en un espectacular inicio de temporada.
El canadiense está en un momento de forma extraordinario y aspira a seguir acumulando títulos a su palmarés, mientras que Tsitsipas ha reencontrado su mejor nivel y regresa a una final en pista dura por primera vez en 18 meses, desde que se impuso en el Abierto de Los Cabos a Alex de Miñaur.
Auger-Aliassime ha encontrado su mejor nivel en 2025, alcanzando su tercera final del año y persiguiendo su tercer título tras quedarse sin trofeo en 2024. Tiene un récord de 16-4 esta temporada, ganando dos títulos ATP 250-Adelaide International (derrotando a Sebastian Korda) y Open 13 Provence (derrotando a Aleksandar Kovacevic).
El ex número 6 del mundo busca ahora su primer título ATP 500 de la temporada y el cuarto de su carrera mientras mantiene un estado de forma excepcional. El canadiense ha luchado durante toda la semana en partidos difíciles, llegando hasta el final en todas las rondas. En su primer partido, contra Alexander Bublik, incluso salvó puntos de partido antes de avanzar. Después derrotó a Nuno Borges, Marin Cilic y Quentin Halys.
Auger-Aliassime ha mantenido un porcentaje de puntos ganados con el primer saque del 75% a lo largo del torneo, con una media de 10 aces por partido durante esta semana. Su capacidad para mantener un alto nivel a lo largo de los partidos ha sido evidente, mostrando una nueva consistencia a sus 24 años de la que carecía en temporadas anteriores.
Actualmente es tercero en la ATP Race, sólo por detrás de Jannik Sinner y Alexander Zverev. El canadiense ha dado un vuelco notable en las finales, ya que había perdido sus primeras ocho finales consecutivas. Sin embargo, se recompuso y ganó siete de sus últimas nueve finales.
Stefanos Tsitsipas ha luchado contra la inconsistencia en el último año, lo que le ha llevado a caer de la élite de la ATP. Su salida del top 10 fue el resultado de sus actuaciones erráticas, con su ranking en gran parte apuntalado por un fuerte swing de tierra batida en 2024, donde ganó el Masters de Monte-Carlo y llegó a la final del Abierto de Barcelona.
Esta semana, sin embargo, se le ha visto rejuvenecido con fuertes victorias sobre Lorenzo Sonego, Karen Khachanov, Matteo Berrettini y Tallon Griekspoor. Tsitsipas ha ganado los tres tiebreaks que ha disputado y ha mantenido un porcentaje de éxito del 80% en los puntos de primer saque. El jugador de 25 años ha alcanzado su 30ª final ATP, con un balance de 11-18 en partidos por el título.
Sin embargo, sus luchas en las finales de ATP 500 son evidentes: tiene un desafortunado récord de 0-11 en este nivel, la mayor cantidad de derrotas finales en la historia de ATP 500 sin un título en la Era Abierta. Tsitsipas ya ha llegado a dos finales de Dubái, perdiendo ante Roger Federer en 2019 y Novak Djokovic en 2020.
Contra Auger-Aliassime, tiene la oportunidad de romper por fin su maldición en el ATP 500 y recuperar un puesto entre los 10 primeros. Ante la proximidad de la gira sobre tierra batida, el griego necesita urgentemente acumular puntos, ya que su clasificación está en peligro debido al gran número de puntos que debe defender del éxito del año pasado sobre tierra batida.